Una oportunidad para el complejo portuario del Gran Rosario
La producción de soja en Bolivia viene creciendo en las últimas campañas y ya supera las 3 millones de toneladas, según las estimaciones del USDA.
Solo un 15% de la soja de Bolivia se exporta desde los puertos rosarinos.
La producción de soja en Bolivia viene creciendo en las últimas campañas y ya supera las 3 millones de toneladas, según las estimaciones del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA por sus siglas en inglés). Como es un país sin salida al mar, por el histórico conflicto con Chile, el crecimiento de su agroindustria representa una oportunidad para el complejo portuario que se concentra en el Gran Rosario.
En la actualidad, por los terminales portuarias rosarinas solo se embarca un 15% de la harina y el aceite de soja boliviano (309.000 toneladas), pero hay otras 632.000 toneladas que “bajan” por la hidrovía que conforman los ríos Paraguay – Paraná, y que sobre todo se exportan desde el puerto de Nueva Palmira en Uruguay, que podrían ser captadas por los complejos argentinos, asegura un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) que elaboraron Patricia Bergero y Julio Calzada.
Casi el total de la producción boliviana de soja se embarca procesada, la mayor parte (más del 80%) se muele en los nueve complejos de procesamiento que están radicados en Bolivia y que producen anualmente unos 2 millones de toneladas de harina y 475.000 de aceite. La capacidad instalada alcanza para moler 3 millones de toneladas por año.
Por la hidrovía se exporta casi la mitad de lo que produce el cluster sojero de Bolivia (942.000 toneladas), según las cifras del Instituto Nacional de Estadísticas de Bolivia. El resto sale por el puerto de Arica (Chile), cerca del 15%, y un 35% por las terminales portuarias peruanas.