Con la caña de azúcar nada se pierde, todo se transforma
En Jujuy, Ledesma cierra un nuevo ciclo con un rendimiento superior al del 2015 y un procesamiento industrial récord. Avanza en energías renovables.
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Ledesma está a pocos días de finalizar la zafra 2016.
Durante los últimos años hay una inciativa pública/privada de incrementar el agregado de valor en origen de los diferentes producciones agropecuarias. Y Ledesma es uno de los claros ejemplos de cómo hacerlo con la caña de azúcar quienes de esta plantación, obtienen azúcar, papel, alcohol, como los principales productos, pero además, desde el 2010 se metieron de lleno en la producción de energía renovable a partir de la biomasa con malhoja (el rastrojo que deja la caña de azúcar) y el bagazo (fibra de caña de azúcar)
Clarin Rural visitó el ingenio en Libertador General San Martín para conocer en detalle cada una de estas producciones.
Pero vayamos por parte. Ledesma, uno de los 16 ingenios que hay en la Argentina (11 están ubicados en Tucumán, y el resto, repartidos en Salta y Jujuy), finalizará esta semana, después de 195 días de trabajo, la zafra de la caña de azúcar de este año en sus 41.000 hectáreas. La producción total será de 3,3 millones de toneladas de caña, o sea, 20% de lo que se produce en el país.
“El promedio de rinde fue normal, entre 80 y 85 toneladas por hectárea. Hemos alcanzado las 95 toneladas por hectárea años atrás”, analiza Jorge Gómez, asistente de gerente de campo de Ledesma.
Una de las fortalezas de la empresa es que riega casi el 100% del cañaveral sembrado. El motivo es que no le alcanzan el agua de lluvia. La caña necesita 1.600 milímetros y en esta zona, las lluvias promedian los 800 milímetros por año. Y la particularidad es que las precipitaciones son estacionadas en el verano.
La mayor parte del riego es por gravedad (entre 80% y 90) donde los campos tienen una sistematización de trazados con pendientes controladas para que el agua pueda ingresar y distribuirse por los surcos sin llegar a velocidad erosivas.
Y el resto, por riego presurizado: aspersión tradicional, pivot central, avances frontales, y riego por goteo, todos los sistemas están presentes en las plantaciones. “Hay que ir avanzando a riegos más eficientes, como es el de goteo. Solo hay 1.000 hectáreas con este sistema”, evaluó Gómez.