Cómo impactan la calidad, inocuidad, y legislaciones sanitarias en el mercado de granos
No cumplir con las Buenas Prácticas genera costos incrementales al bolsillo del productor y a la economía del país.
Los efectos más comunes por no tener datos reales de lo almacenado son: focos de temperaturas, problema de granos ardidos, fermentados y quemados y presencia de insectos vivos en el despacho.
Hugo García de La Vega, consultor técnico externo en Buenas Prácticas de Mantenimiento de la Calidad, Inocuidad y cumplimiento de Legislaciones Sanitarias en la cadena granaria explica algunos puntos que impactan en el abastecimiento a clientes y destinos externos, costo de incidentes de calidad e inocuidad, acceso a mercados, costos de deterioro de mercadería, impacto en fletes, etc.
Más allá de la importancia excluyente de los procesos de formación de precios tanto en mercado disponible como futuros, herramientas de arbitraje, la descripción y caracterización de los participantes en el mercado y los segmentos de comercialización en la cadena granaria, hay otros aspectos que en los últimos años han incrementado su protagonismo.
El concepto de “commodity” acuñado en los años setenta ha ido cambiando en función del crecimiento de factores, vinculados a la percepción de los consumidores y el aceptado concepto que los alimentos no pueden afectar la salud de las poblaciones animales y humanas.
De ahí que en las especificaciones contractuales de ventas locales a la industria y contratos de exportación de granos se han incorporado en forma sostenida y crecimiento mayor cantidad de requerimientos de Calidad,Inocuidad y el cumplimiento de las Leyes Sanitarias del país de origen y los destinos.
¿Qué se puede mencionar sobre el impacto de la calidad en la comercialización de granos?
Se puede leer que el impacto en la cadena de comercialización sobre calidad en granos dependerá en primera instancia del resultante de la calidad de cosecha de cada año. Ahora, los interrogantes son: ¿Vamos a dejar que la calidad recibida en cosecha se deteriore o trataremos de mantener su valor comercial? ¿Tenemos herramientas efectivas y económicas para este fin? ¿Las sabemos aplicar? ¿Desarrollamos un mapa de calidad en los espacios de almacenaje para manejar adecuadamente las calidades recibidas?
Son todas preguntas que debemos hacernos para cuantificar los riesgos asumidos, las oportunidades perdidas en el negocio y el deterioro producido por mal manejo, cuantificando pérdidas. Creo que si no utilizamos estas herramientas debidamente no llegamos a corregir, por no medir los errores e impacto económico producido.
¿Qué medidas preventivas se pueden tomar para mitigar el deterioro de la calidad de los graneles?
Existen Buenas Prácticas de recibo, almacenaje y conservación para mantener la calidad comercial de los granos cosechados. Estas prácticas no son infalibles, debemos tener siempre en cuenta que trabajamos que el granel es un ecosistema vivo y sus reacciones y efectos físico biológicos no son acciones matemáticas, pero sí posiblemente predecibles.
Algunos ejemplos de estas medidas preventivas son el control de insectos vivos en la recepción de granos, tanto en operación primaria como secundaria; el control adecuado de peso, con básculas calibradas y controladas; control de termometrías y seguimiento diario a partir de detección de temperaturas superiores a 32 grados; aireación, no excederse en su aplicación por si estos excesos nos hacen perder agua y por lo tanto kilos; acondicionamiento, tanto secado, zarandeo como tratamiento preventivo como curativo contra insectos cumpliendo normas en cada tarea , tanto de ejecución como de seguridad personal; conservación en el tiempo de almacenaje, aplicando el conocido descorazonamiento de silos verticales como de celdas por válvulas para controlar estado del granel y homogeneizar el granel rompiendo capas de finos y materias extrañas de su centro para mejor aireación y aplicación de plaguicidas en caso de ser necesario, entre otras.