Trigo: La vuelta de un grande
En la campaña pasada el cereal mostró su verdadero nivel. El regreso a la rotación implica mejorar el control de malezas de ciclo otoño-invernal.
El uso de herbicidas inmediatamente después de la cosecha de soja es una de las estrategias más eficientes.
El regreso del trigo a la rotación agrícola implica muchas ventajas para el sistema productivo, entre ellas la incorporación de carbono a través del rastrojo, la recuperación de los niveles de rastrojos posteriores a la cosecha y, fundamentalmente, una mejor utilización de agua y un control de malezas más eficiente. En este punto, las ventajas son notables.
El inicio de la próxima campaña triguera va a estar condicionada por la finalización de la actual campaña sojera. En los últimos meses conviven zonas con excesos hídricos, donde los herbicidas pre-emergentes se desactivaron o directamente no pudieron ser utilizados, con lotes con fuerte presencia de Rama Negra entre la soja. Esto dará como resultado un fuerte aumento en el stock de semillas en el lote y de las nuevas plantas que puedan emerger. Pero también la cosecha de soja corta esas plantas que poseen un fuerte sistema de raíces, generando otras con poca área foliar pero con un sistema radicular extremadamente potente que desencadena fuertes rebrotes.