El drama del agua llegó a Melincué
El agua llegó al pueblo y crece el temor a más lluvias. Se derrumbó parte del terraplén de defensa y los vecinos trabajan contra reloj para que no se inunden sus casas.
Una localidad paralizada por el desborde de una laguna.
Tras las lluvias del fin de semana y el derrumbe parcial de un terraplén que permitió el avance del agua de la laguna, Melincué vivió ayer una jornada tensa. Con 30 personas evacuadas y varios reclamos de fondo por parte de los vecinos a las autoridades provinciales y comunales, la localidad santafesina fue un hormiguero humano para tratar de anticiparse a la inundación. El pronóstico anticipa que el jueves volverán las lluvias.
Voluntarios de Chabás, Miguel Torres y Firmat -del sur de santafesino- llegaron desde las 6 de la mañana tras una noche en la que cientos de vecinos estuvieron desvelados, abocados a tapar puertas y accesos antes de que el agua los alcanzara. Por la tarde, bomberos, personal de Protección Civil y hasta cadetes de la policía provincial cumplían con diferentes funciones para tratar de cerrar cuanto antes la brecha de 15 metros que se había abierto en el terraplén ubicado cerca de la Ruta Provincial 90.
La rotura del anillo de contención golpeó por partida doble a la población. Por un lado, reactivó los reclamos de obras hídricas postergadas y el cruce entre el presidente comunal Gabriel Rébora y el Gobierno santafesino. Por otra parte, y en primer término, el agua provocó el cierre inmediato del complejo donde funcionan el casino y el hotel de Melincué, la principal fuente de empleo en la localidad que cuenta alrededor de 2.500 habitantes.