Inundaciones y manejo del agua: por qué las obras son insuficientes

Especialistas aseguran que la infraestructura social y la colaboración entre productores son los aspectos principales a la hora de abordar la problemática del exceso hídrico.

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Las mejoras en infraestructura son sólo una parte del conjunto de soluciones integrales necesarias para mitigar los efectos del avance del agua en zonas llanas.

Las mejoras en infraestructura son sólo una parte del conjunto de soluciones integrales necesarias para mitigar los efectos del avance del agua en zonas llanas.

23deMayode2017a las09:30

Las inundaciones que afectan a buena parte del país, y mantienen en vilo a provincias como Santa Fe, Córdoba, Buenos Aires y La Pampa, volvieron a instaurar el debate sobre el manejo del agua en Argentina.

En medio del daño que ocasionan los fenómenos meteorológicos –según cálculos oficiales, se perdieron un millón de hectáreas en lo que va del año-, llueven  acusaciones políticas y cruces entre funcionarios por obras que debieron pero no llegaron a concretarse. Tal es el caso de las lagunas de Melincué o La Picasa, al sur de Santa Fe. Sin embargo, especialistas advierten que las mejoras en infraestructura no bastan o, al menos, son sólo una parte del conjunto de soluciones integrales necesarias para mitigar los efectos del avance del agua en zonas llanas, donde las consecuencias del exceso hídrico son más devastadoras. 

“Los agrosistemas son complejos y lo que pasa en ellos depende de múltiples factores: arrancando por el clima y su variabilidad, las obras hídricas y el uso del suelo en la producción del campo y en la construcción de ciudades. Todo influye en la dinámica del agua”, explicó Federico Bert, líder de Investigación y Desarrollo de la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación (AACREA).   

Aunque los tres elementos mencionados por Bert interactúan, a la variabilidad meteorológica que existió desde siempre (es decir, períodos más o menos lluviosos e inundaciones) se le suma el cambio climático de las últimas décadas, que hace que los fenómenos se tornen más extremos.

Si bien es evidentemente que parte de los excedentes de agua se puede manejar con obras, existen limitaciones, principalmente en áreas llanas. “La región pampeana es una de las más planas del mundo, no hay pendientes definidas y el agua corre lentamente. La red de canales que se necesitarían para evacuar el agua sería muy grande y costosa. Aquí, lo más importante son los diseños del sistema de producción, porque los distintos cultivos impactan sobre la dinámica del agua”, detalló el doctor en Ciencias Agropecuarias, quien además fue becario del CONICET.