Girasoles detectan a sus vecinos y rinden más

Estudios realizados en la FAUBA mostraron que esta oleaginosa, sembrada en alta densidad, puede percibir cambios en el ambiente lumínico del cultivo, reorganizarse espacialmente a lo largo del surco de siembra y producir hasta un 47% más de aceite por hectárea.

Plantas de girasol sembradas a una densidad 2 ó 3 veces más alta que la de un cultivo comercial pueden detectar a sus vecinas inmediatas.

Plantas de girasol sembradas a una densidad 2 ó 3 veces más alta que la de un cultivo comercial pueden detectar a sus vecinas inmediatas.

11deJuliode2017a las08:58

Investigadores de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA), junto con un científico argentino (egresado de la FAUBA) de la Universidad de Adelaida, Australia, descubrieron que plantas de girasol sembradas a una densidad 2 ó 3 veces más alta que la de un cultivo comercial pueden detectar a sus vecinas inmediatas a través de cambios en la calidad de la luz que reciben. La respuesta es sorprendente: los tallos de cada planta se inclinan alternadamente hacia uno y otro lado del surco, donde hay más luz solar. Este mecanismo no sólo les permite reducir el sombreo mutuo: el rendimiento en aceite por unidad de superficie aumenta hasta un 47%, comparado con girasoles forzados a crecer erectos a la misma densidad.

En la Argentina se siembra comercialmente girasol a razón de 5 plantas/m2, y en esas condiciones el proceso no ocurre porque no hay interferencia entre plantas jóvenes vecinas. Pero en nuestro experimento, con 10 ó 14 plantas por m2, verificamos por primera vez este patrón tan particular en el que las plantas, como si fueran los dientes de un serrucho mirando al cielo, se van inclinando de manera alternada hacia ambos lados del surco. Esto les permite interceptar mejor la luz del sol y, en conjunto, aumentar el rendimiento de aceite”, señaló Mónica López Pereira primera autora del trabajo publicado en la prestigiosa revista PNAS.

En cuanto a los rendimientos medidos, López Pereira aclaró que al auto-organizarse de esta forma, los girasoles sembrados a densidades elevadas en los experimentos rindieron entre un 19 y un 47% más de aceite por metro cuadrado que aquellos girasoles a los que se manipuló para que crecieran verticalmente.