Tristeza bovina: cada peso invertido en prevención rinde hasta por 21
Una investigación del INTA demostró que la implementación de la vacuna contra este complejo de enfermedades representa un beneficio económico para el productor.
Se trata de uno de los problemas sanitarios de mayor importancia en la región del NEA.
Tal como sostiene el refrán es “mejor prevenir que curar”. Basados en esta premisa, técnicos del INTA Formosa y Corrientes demostraron, sobre un modelo productivo del este de Chaco-Formosa, que la prevención siempre resulta económicamente conveniente, debido a que se refleja en un ahorro de gastos para combatir las consecuencias de las enfermedades.
En este sentido, Patricia Zimmer –técnica del INTA Formosa– aseguró que “si bien la decisión de utilizar la vacuna para prevenir enfermedades como la babesiosis y anaplasmosis –conocidas como “complejo tristeza”– está muy relacionada al precio de la hacienda, demostramos que la prevención siempre es económicamente conveniente para el productor”.