La previa a la zafra, complicada
La baja en la ocupación de los corrales se acentuó después del crecimiento en el mes de diciembre. La ocupación se ubica en el 63%.
Ganado en Feedlot.
El sector del engorde a corral pasó las vacaciones menos relajadas de los últimos años. La baja en la ocupación de los corrales se acentuó después del crecimiento de encierres en el mes de diciembre y al primero de febrero la ocupación se ubicó en el 63%, volviendo a la situación mostrada e inicios de diciembre. Este nivel en la ocupación se sostiene por la sequía que se sufre en amplias zonas del país, sino la caída sería mayor.
A la dura situación de una relación de compra venta fuertemente negativa se le sumó el incremento de los costos de alimentación. El valor del maíz registró un incremento del 30% desde principio de año, elevando el costo de alimentación aproximadamente en un 20%.
Bajo este panorama se reunieron el lunes pasado los socios de la cámara para analizar el negocio en profundidad. Precios, costos, distintos escenarios y categorías fueron analizados. En todos los casos la foto del resultado (antes de impuestos) fue negativa para los valores actuales. Sin duda el aumento del costo de alimentación y de otros costos que hacen a la estructura tienen su reflejo en esta foto, pero la relación compra venta sigue siendo por lejos el factor que más incide en este negocio. Los negocios con compras de invernada a los valores actuales cierran con resultado negativo, se debe prestar mucha atención al momento de reponer para evitar esa situación
Si bien es de esperar que con el correr de los días la situación de la hacienda terminada mejore, nadie sabe realmente que sucederá. El engordador debe hacer números permanentemente con un análisis profesional y actuar en consecuencia, no se pueden convalidar valores de compra que llevan a una situación de resultado negativo.
Es mucho el trabajo que, tanto desde las entidades como desde el Estado, se realiza en pos de acomodar ciertos temas de la cadena. Transparencia, simplificación de trámites, apertura de mercados, etc. Pero todo ese trabajo tan importante parece escaso cuando el negocio no cierra y mientras tanto la baja de la presión impositiva, que las empresas esperaban y que puede en parte traer algún desahogo, aparece muy lejana, ya sea con foco sobre impuestos nacionales, provinciales o municipales.