¿Por qué el malbec es sinónimo de vino argentino?

Importada hace 165 años atrás desde Francia, la cepa encontró en Argentina las condiciones óptimas para expresar todo su esplendor

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25deAbrilde2018a las09:30

Del 16 al 22 de abril, Argentina festejó la Semana del Malbec, en coincidencia con la celebración de su día mundial. Un 17 de abril de 1853 se presentó un proyecto ante la Legislatura de Mendoza para fundar una Quinta Normal y una Escuela de Agricultura. Las obras estuvieron a cargo del agrónomo francés Michel Aimé Pouget, quien fue el pionero en traer este varietal de uva para mejorar la vitivinicultura local. Nadie imaginó que luego se convertiría en uno de los vinos más destacados del mundo: el malbec argentino.

Para conocer más acerca de las propiedades del malbec, consultamos a Matías Prezioso, presidente de la Asociación Argentina de Sommeliers, quien cuenta con más de una década de trayectoria en la industria vitivinícola, y nos remarcó que “es difícil estandarizar los criterios y características del malbec porque depende mucho donde esté plantado, la región, el clima, las condiciones en bodega, pero en general, el malbec argentino tiene un color violáceo muy notorio, muy distinguido, que perdura por varios años una vez puesto en botella”.

Al respecto, el sommelier aclaró que el color no es un atributo de calidad en los vinos, en el sentido que un color más o menos intenso no es que lo hace mejor o peor al vino, pero es algo a lo que los consumidores le prestan atención por una cuestión meramente estética.

El experto resaltó que lo más importante de un vino son los aromas y los sabores y en el caso del malbec “tiene mucha fruta en nariz, frutos negros como la ciruela y la mora que dependiendo la región va a ser más o menos fresca. En las zonas bajas de Mendoza es una fruta madura, y en algunas zonas más frescas, como el Valle de Uco que es una zona alta o inclusive en las regiones de la Patagonia o el Alto Valle de Río Negro, es una fruta que se expresa más fresca”.

Este atributo está vinculado a la región y los suelos. Por ejemplo, en la misma provincia de Mendoza podemos encontrar un malbec con notas especiadas como pimienta negra en la zona de Agrelo y algunos toques de flores como la violeta en zonas más frías como el Valle de Uco. En el norte del país, en los Valles Calchaquíes, aparece no solo la fruta sino también toques de pimientos asados que son muy característicos de ese clima y suelo.

Como buen sommelier mencionó lo que se produce al degustar el sabor de esta cepa emblema en la boca “lo que lo hizo famoso y exitoso al Malbec no sólo en Argentina sino en todo el mundo es que es un vino fácil de beber, con taninos redondos, que da astringencia, cierta sequedad pero a la vez son suaves y amables. Estas propiedades de los taninos hacen que el vino se pueda guardar pero que también puede ser consumido relativamente joven”.

Una cuestión de terroir

El concepto de terroir, terruño, es apropiado para hablar de las condiciones geográficas que delimitan las características de la vid. En cuanto al malbec, el especialista declaró: “No hay un mejor terroir para producir el malbec, sino que cada suelo da un perfil distinto. Cuyo y en particular Mendoza es la zona más afamada donde se encuentran algunos de los viñedos más viejos pero se da la particularidad en Argentina que prácticamente en todas las regiones o en las principales se da muy buen malbec”.