Alternativas para diseñar nuevas dietas

El avance de la ganadería hacia regiones marginales plantea la necesidad de pensar en la calidad de los alimentos que se incorporan a las raciones de los rodeos.

Los subproductos de la industria oleaginosa y frutihortícola surgen como opciones promisorias.

Los subproductos de la industria oleaginosa y frutihortícola surgen como opciones promisorias.

06deJuniode2018a las15:43

De cara a la próxima década, la producción ganadera en la Argentina se enfrenta a nuevos desafíos producto de su expansión y relocalización geográfica en zonas marginales. Además, existe una mayor exigencia de calidad de las carnes por parte del consumidor, tanto en el mercado interno como en el externo.

“Este escenario demanda un replanteo en el que surgen alternativas nutricionales promisoras como los subproductos oleaginosos y frutihortícolas, malezas y especies arbóleas que permiten adaptarse a esta nueva realidad”, aseguró Aníbal Fernández Mayer – nutricionista del INTA Bordenave, Buenos Aires–.

Es que, de acuerdo con el especialista, las condiciones para producir carne son cada vez más complejas por efecto del clima y de los suelos, un escenario que, con el tiempo, se va a exacerbar porque las buenas regiones dela Pampa Húmeda serán ocupadas por la agricultura en una mayor proporción.

Para enfrentar esto, Fernández Mayer no dudó en subrayar que la clave para lograr una buena producción de carne de calidad en un sistema rentable está en la calidad de los alimentos que se implementen en la dieta de los animales.

En este sentido, ponderó el aporte nutricional que pueden dar los subproductos de la agroindustria y residuos de la cosecha fruti-hortícola, como así también los rastrojos de la cosecha fina y gruesa disponibles en todas las regiones de la Argentina. Además, destacó los alimentos novedosos como los pastos naturales, las malezas y las especies arbóreas, entre otras alternativas.

Fernández Mayer: “La clave para lograr una buena producción de carne está en la calidad de los alimentos que se implementen en la dieta de los animales”.

Por lo que uno tira otro suspira

Entre las alternativas nutricionales novedosas o poco exploradas se destacan los subproductos de la agroindustria y residuos de la cosecha fruti-hortícola como la pulpa fresca de frutas y vegetales.

Para Mayer, “los desechos de frutas y hojas tienen un gran potencial nutricional con un buen contenido en azúcares y alta proporción de agua”. Por esto, el ensilaje es el mejor método para conservarlos.