Perspectivas para el ciclo 2018/19: señales positivas en un empalme complejo

Las complicaciones financieras derivadas del fracaso de la cosecha 2017/18 enmarcan un empalme entre ciclos que es complejo.

Las perspectivas para la campaña 2018/19 son relativamente buenas, tanto en lo climático como en lo relativo a precios. La memoria reciente da cuenta de bajas en los precios de la soja y del maíz en relación a los vigentes hace escasos tres meses. Pero lo que cuenta es que esos menores precios siguen estando un escalón por encima de los precios a cosecha 2018 vigentes hace un año.

Por el lado de los costos, buena parte de los insumos cotiza en dólares, pero algunos servicios clave para el agro (laboreos, siembra, trilla y fletes agrícolas) tienen estructuras de costos mixtas (con algunos rubros vinculados al tipo de cambio y otros que se ajustan de otras formas).

La mejora en el precio del trigo, ante un mercado internacional preocupado por la menor oferta de la Unión Europea y de Ucrania, por cuestiones climáticas adversas, lleva a que en muchas zonas el doble cultivo trigo/soja vuelva a situarse en plano competitivo con la soja de primera y con el maíz, luego de varios años en los cuales los resultados del doble cultivo eran comparativamente más bajos.

La foto del día muestra costos totales en quintales que están un escalón por debajo de los que se proyectaban en 2017 para el ciclo 2017/18. Falta una eternidad para llegar a cosecha, en lo relativo a la evolución del clima, de los precios y de los costos.