Destacan el valor de la mejora genética para la competitividad de la agricultura argentina

Desde la organización CREA ven a estos adelantos como ejes esenciales para el desarrollo de la agricultura. Por su parte buscan establecer y acordar un marco normativo para dar respuestas a las necesidades.

22deAgostode2018a las08:42

El mejoramiento genético ha sido uno de los pilares fundamentales del desarrollo de la agricultura en Argentina. Permitió, entre otras cosas, adaptar especies a distintos ambientes, disminuir efectos negativos de plagas, malezas y enfermedades y aumentar la eficiencia de uso de recursos.

La disponibilidad de una mejor genética junto a la incorporación de otras tecnologías, el ajuste en la gestión de procesos productivos y modelos de organización de la producción y los cambios en escenarios climáticos permitieron expandir el área de cultivos extensivos y aumentar los rendimientos triplicando la producción total los mismos desde inicios de 1970 a hoy.

La evolución de la agricultura extensiva en Argentina, apoyada en una mejor genética, generó oportunidades de desarrollo para distintos actores de la cadena y un gran aporte a la economía del país. En este sentido, hoy más del 60% de las exportaciones totales de Argentina son de origen agroindustrial y más del 80% de esas exportaciones corresponde a productos y subproductos derivados de la soja y el trigo. 

El mejoramiento genético ha hecho un aporte significativo a la mejora productiva de soja y  trigo en Argentina. En soja, el rendimiento desde 1969 a 2010 aumentó a un ritmo de 28 kg/ha/año y se estima que casi el 70% de ese aumento fue por genética. Estudios recientes muestran que la misma aportó en soja 43 kg/ha/año desde 1980 en adelante. En trigo, el ritmo de aumento del rendimiento estuvo cercano a 34 kg/ha/año desde mediados de los 60 y se estima que 50% se debe a la mejora genética.

Del mismo modo que el mejoramiento genético es una de las llaves para el desarrollo de la agricultura extensiva, también lo es para el desarrollo de cultivos de alcance regional, extensivos e intensivos. Ejemplos claros son la caña de azúcar, el algodón, el arroz y la vid.