Avanzan en el desarrollo de una nueva vacuna antirrábica

Buscan desarrollar un método para la evaluación del status inmunológico de individuos.

La rabia es una enfermedad infecto-contagiosa y es una de las principales zoonosis de distribución mundial.

La rabia es una enfermedad infecto-contagiosa y es una de las principales zoonosis de distribución mundial.

24deOctubrede2018a las16:29

A pesar de ser una enfermedad totalmente prevenible, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la rabia causa decenas de miles de muertes cada año, principalmente en Asia y África. En línea con los múltiples esfuerzos internacionales para erradicarla, un equipo de investigadores del Instituto de Biotecnología del INTA y del Servicio de Vacuna Antirrábica de la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud (ANLIS) Malbrán avanzan en el desarrollo de una vacuna antirrábica de tercera generación.

“La rabia es una enfermedad infecto-contagiosa y es una de las principales zoonosis de distribución mundial”, acentuó Gabriela Calamante –especialista del Instituto de Biotecnología del INTA– y agregó: “Debido a que afecta a un amplio rango de animales domésticos y salvajes, es endémica en el norte de la Argentina y puede ser transmitida al hombre, nos sumamos a las iniciativas internacionales que buscan erradicarla”.

Por esto, Calamante junto con investigadores del Instituto de Biotecnología del INTA y del Servicio de Vacuna Antirrábica de la ANLIS-Malbrán avanzan en el desarrollo de una vacuna antirrábica de tercera generación. “Esto significa que buscamos una formulación más segura, eficaz y que evite la manipulación del virus rábico durante su producción”, señaló la investigadora del INTA.

En la actualidad, las vacunas antirrábicas más utilizadas están basadas en el virus rábico producido en cultivo celular e inactivado. De acuerdo con Calamante, este proceso presenta varias desventajas por la manipulación de grandes cantidades de virus durante la producción de la vacuna, empleo de químicos tóxicos en la inactivación, el requerimiento de laboratorios con un alto nivel de bioseguridad y la necesidad de una estricta cadena de frío durante el almacenamiento y el transporte de la vacuna.

Como respuesta para superar estos inconvenientes, desde 2011 el equipo de investigadores INTA-ANLIS trabaja en el desarrollo de una vacuna antirrábica de tercera generación vectorizada por el virus canarypox. “El virus canarypox expresa la glicoproteína del virus de rabia (RV) e induce protección”, detalló Calamante quien aclaró: “Estamos en la etapa de evaluación en bovinos para determinar los niveles de anticuerpos seroneutralizantes del virus rábico y su duración en el tiempo”.

De acuerdo con Calamante, “el desarrollo de una vacuna antirrábica basada en vectores virales no replicativos tiene la ventaja de evitar la manipulación de los agentes infecciosos que causan la enfermedad durante la producción de los stocks vacunales y, además, como no replica productivamente en mamíferos se evita su diseminación hacia otros animales o el medioambiente”.