Retenciones, quita de reintegros y clima, tres factores que golpearon a las legumbres
La producción de garbanzos, porotos y arvejas sintió el impacto de un escenario más recesivo y en la cadena preocupa la posibilidad de perder mercados.
|Las heladas de principios de octubre complicaron el ciclo de la arveja en el sur de Santa Fe.
Durante varias campañas, para algunas regiones productivas, las legumbres fueron el “antídoto” que permitía esquivar las retenciones y complicaciones comerciales que por entonces tenía el trigo.
La campaña 2018/19 está siendo para las legumbres (en particular, para las especialidades en general) algo así como el año de las “diez plagas de Egipto”. Retenciones, quita de reintegros, complicaciones climáticas que afectan rendimiento y calidad y nuevos “jugadores” internacionales que generan megaproducciones que deprimen los precios.
Para colmo, sin una ley de semillas apropiada, muchos juegan con genética que ya tiene dos décadas y quedan lejos del potencial internacional de sus competidores.
Pero después de cada tormenta el cielo se despeja. La buena noticia es que el propio mercado internacional, pero también (en algunos casos) el interno, ofrece oportunidades para estos productos.
“La siembra se planteó con números ajustados en un mercado globalizado que cada vez tiene más nuevos productores/vendedores”, le contó a Clarín Rural Horacio Frágola, director de Farm Products-Alicampo y miembro de la Comisión Directiva de la Cámara de Legumbres de la República Argentina (CLERA). Y explicó: “Brasil está creciendo mucho en legumbres, también Canadá, Rusia, Ucrania, Etiopía… que empiezan a producir a precios competitivos”.
Hace 16 años que Alicampo en sociedad con productores de distintas regiones (de Salta, Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires) procesa y exporta especialidades entre las que se destacan el maíz pisingallo, poroto y garbanzo. Es una empresa que participa regularmente de ferias de alimentos como Gulfood (en Dubai, EAU), Anuga (en Colonia, Alemania) o SIAL (en París, Francia).