Guerra comercial: entre la oportunidad futura y una gran amenaza actual para la Argentina

Lo que pase en el conflicto es clave para nuestro país. Un tema que estuvo presente en el Foro Argentina Exporta.

Sobre finales de junio habrá un encuentro clave.

Sobre finales de junio habrá un encuentro clave.

24deMayode2019a las13:39

La vocación y espíritu dedicado a la exportación del Gobierno choca con una escalada de un conflicto comercial histórico, con múltiples implicancias a nivel local y global. Una actualidad que se vió reflejada en el Foro Argentina Exporta que tiene lugar actualmente en Buenos Aires.

"El mundo es nuestro escenario, la exportación es nuestro norte", fueron las palabras Ministro de Relaciones Exteriores y Culto de la República Argentina, Jorge Faurie. 

En tanto, el impacto que la guerra comercial tiene en nuestro país se puede dimensionar en la composición de las exportaciones de la Argentina, en donde las ventas al exterior del principal rubro exportador más que duplican al segundo.

Esto es la exportación del complejo soja contra las de la industria automotriz.

Amenaza actual

El Gobierno apuesta a una resolución de corto plazo en las diferencias entre ambos países: "Estamos en un diálogo complicado, pero con horizonte corto, teniendo en cuenta el impacto que genera el conflicto sobre la economía de las naciones involucradas", agregó Faurie, quién apuesta a un acuerdo en el encuentro del G20 en Osaka sobre finales de junio.

Ver también: La guerra comercial entró en una fase inédita

El ministro de la Producción, Dante Sica, agregó: "En base a las proyecciones del Ministerio de Hacienda no vemos que tenga una gran afectación". El ministro ratificó en conferencia de prensa durante el Foro que es "inamovible" la fecha final para el esquema actual de retenciones, a no ser que haya "una mejora en las cuentas fiscales". Algo que parece lejano con la soja en baja.

Además, recientemente el Gobierno intentó compensar la recaudación con la reaparición de la "tasa de estadística". Un derecho de importación encubierto que fue rechazado rápidamente por la industria de la soja, que importa poroto para alimentar a uno de los mayores polos exportadores del mundo. Finalmente, el Gobierno dio marcha atrás.