Controlar la mosca con más moscas: el método mendocino para salvar la producción
La mosca del mediterráneo es la principal amenaza de los frutos de la provincia. Para combatirla, crían machos estériles para que no dejen descendencia.
Fruta afectada por la mosca del mediterráneo.
La provincia de Mendoza es reconocida por sus vinos, pero también por su gran producción frutícola. Pero para ser potencia, esta economía regional tuvo que combatir la principal amenaza de los cultivos: la mosca del mediterráneo. A través del Instituto de Sanidad y Calidad Agropecuaria Mendoza (ISCAMEN) desarrolló el método autocida, que permite controlar la plaga con la propia plaga. Esta práctica utiliza machos estériles para no dejar descendencia.
La mosca del mediterráneo amenaza la producción, arruinando los frutos y provocando un daño irreparable en la economía.
La secretaria técnica de ISCAMEN, Mariel Vanin, señaló a Agrofy News: “Los principales hospederos son los frutales de carozo. En un momento se acotó mucho la temporada de durazno y no se podía hacer una producción tardía porque era sumamente afectada por la mosca”.
En lugar de usar fitosanitarios, la provincia tomó la determinación de aplicar la técnica autocida, que es la esterilización del macho.