Los datos llegan a la producción ganadera para hacer la diferencia

Florentino Ameghino fue sede de una nueva jornada Experiencia Forrajera y en Cosecha. Esta vez, la novedad fue el abordaje de la cadena de producción forrajera hasta el aprovechamiento animal. Medir, recopilar y usar la información es la clave para cada etapa del proceso.

Experiencia Forrajera y de Cosecha de CLAAS.

Experiencia Forrajera y de Cosecha de CLAAS.

03deMarzode2020a las16:52

Organizada por CLAAS y KWS, la primera Experiencia Forrajera y en Cosecha del año reunió a un conjunto de especialistas que coincidieron en un solo objetivo: maximizar la rentabilidad del negocio a partir de la eficiencia.

Alternativas para aumentar la productividad de los cultivos, estrategias de manejo para pastoreo, trazabilidad en ganadería para mejorar el engorde de los animales y distintos modelos de gestión para aumentar las ganancias fueron algunos de los tópicos que pasaron por Ameghino ante más de 200 asistentes. Y, como siempre, la última tecnología en maquinarias para la confección de forrajes conservados y cosecha de granos.

La alfalfa fue una de las grandes protagonistas de la jornada. Federico Schiarretta, responsable de desarrollo de Gentos, brindó una serie de pautas para cuantificar el costo del kilo de materia seca por hectárea en pasturas con base alfalfa. El especialista recalcó que una entrada temprana al lote resulta crucial para capturar el forraje de valor, favorecer la conversión animal y extraer un plus de productividad. “Es el momento donde la tasa de crecimiento explota entre 80 a 100 kilos por hectárea de materia seca. De esta manera, el costo por unidad de materia seca disminuye un 50% en base a pasto, que es nuestro insumo más barato”, destacó.

Los comentarios de Schiarretta tuvieron como telón de fondo los ensayos sembrados por KWS con sus variedades Mecha (Grupo 9) y Ruano (Grupo 10). Gastón Añez, del área de posicionamiento de producto de la semillera, explicó que en un caso fueron sembradas de manera convencional (17,5 centímetros de distancia) y en otro con siembra romboidal. “Como primera conclusión estamos obteniendo entre 15% y 18% más de productividad en estas últimas. Creemos que es un manejo que hace mucho más eficiente al cultivo y por ende le da mayor rendimiento”, comentó.

Como no podía ser de otra forma, la gestión del recurso forrajero también fue abordada en Experiencia. Allí estuvo Joaquín Arzubi Borda, uno de los fundadores de Kelpie, una empresa ag-tech que provee servicios de medición de forraje utilizando sensores terrestres y tecnologías GIS. Con esta aplicación, el profesional viene a resolverle al productor el problema de no saber cuánto pasto tiene, lo que genera una ineficiencia en el uso de recurso. La plataforma Kelpie permite gestionar los recursos forrajeros. “Cualquier productor puede cruzar datos de cuánto pasto tiene y cuánto necesita su rodeo para poder estimar así los valores productivos del establecimiento. Si uno mide y conoce sus costos productivos, puede determinar sus costos de producción de materia seca, que es lo que después va a transformar en leche o carne”, explicó el emprendedor.

Experiencia también contó con el referente indiscutido en materia de ganadería y alimentación del Oeste. Daniel Méndez, de INTA Villegas, reclamó que la ganadería debe dejar de ser un ejercicio empírico que se maneja a partir de las habilidades personales de cada productor para pasar a ser una actividad que se basa en datos extrapolables. En ese sentido, recalcó la importancia de la suplementación estratégica, para la cual es necesario conocer la base forrajera. “Estos requerimientos van a depender del tipo de categoría de animal: menores para vacas de cría y máximos para una vaca en el último tercio de gestación o en terneros en categoría de recría e invernada”, señaló.