Altura del río: los números detrás de una bajante extraordinaria y la expectativa para el corto plazo
La tendencia climática regional no permite esperar una recuperación sensible sobre el tramo argentino del Paraná.
Una importante bajante del río Paraná que coincide con el ingreso de la cosecha gruesa y dificulta la exportación de granos y subproductos en un momento clave.
La consultora en Recursos Hídricos Fiume Ingeniería había alertado en 2018 sobre el regimen de precipitaciones que el periodo húmedo había culminado y se estaba ingresando en uno seco. Esta conclusión tuvo como base el análisis de precipitaciones históricas entre los 59 y los 87 años de registro, tomando la situación de cada una de las estaciones del noroeste de la provincia de Buenos Aires y Santa Fe.
"Bajo los escenarios planteados, y atento a los ciclos hidrológicos, era de interés tomar medidas para los próximos años (actualidad), no solo teniendo en cuenta el año 2018, sino los próximos 5 a10 años", destaca Fiume.
Ver: Aseguran que ingresamos en un período seco que podría durar varios años
¿Qué pasa en el sistema Paraná?
Fiume se refirió a los datos difundidos por el Instituto Nacional del Agua y comentó que en la cuenca en territorio brasileño no se esperan precipitaciones significativas. Tampoco para la cuenca del Río Iguazú, aunque no se descartan eventos locales asociados a precipitación.
"En la entrada del río a la Argentina (Andresito), el caudal quedó oscilando próximo a los 300 m³/s, siendo el promedio mensual de los últimos 25 años de unos 1.700 m³/s", describe el relevamiento de Fiume.
En este sentido, la tendencia climática no es favorable como para esperar una rápida recuperación del caudal en el tramo inferior del río hacia Cataratas: "El actual pronóstico meteorológico tampoco indica la probabilidad de lluvias importantes sobre la cuenca de respuesta rápida".