Floricultura: cómo se sostiene un negocio que genera 30 mil puestos de trabajo y que se paralizó en la pandemia

El sector factura 880 millones de dólares anuales y busca reactivar sus ventas.

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Más de 800 millones de dólares es el valor en riesgo si se frena toda la cadena productivo/comercial de flores de corte, plantas ornamentales y empresas y servicios ligados al sector.

Más de 800 millones de dólares es el valor en riesgo si se frena toda la cadena productivo/comercial de flores de corte, plantas ornamentales y empresas y servicios ligados al sector.

22deAbrilde2020a las06:30

La producción de flores y plantas ornamentales se realiza de manera intensiva en Argentina desde 1930, a partir del cual fue incrementándose convirtiéndose en un sector generador de más de 30 mil fuentes de trabajo.

Esta cifra relevada en 2016 por la Asociación Argentina de Floricultores y Viveristas abarca 2 mil productores primarios desde donde comienza el cultivo del producto, 9 mercados mayoristas, y más de 3 mil 500 puestos minoristas de venta entre florerías y viveros de atención al público. Además, se suman oficios y profesiones de diseño que están ligados a la producción florícola y al consumo de flores como paisajistas, jardineros, parquistas, planificadores del paisaje y profesionales de arte floral. 

“Todos parados sin producir, ni trabajar. La producción de plantas y flores motoriza el empleo en una importante cantidad de pymes, micropymes y unipersonales de insumos como fábricas de polietileno, media sombra, estructuras metálicas, fábricas de macetas, producción de sustratos, fertilizantes, cuidado fitosanitario en laboratorios y maquinarias cuya mano de obra proviene de los sectores más vulnerables de nuestra sociedad”, manifestó el licenciado Pablo Irie, presidente de la Asociación Argentina de Floricultores y Viveristas.

Ver también: De la tierra al jarrón: el mercado floricultor argentino y sus alcances

Desde la entidad estimaron que más de 800 millones de dólares es el valor en riesgo si se frena, por la pandemia del covid-19, toda la cadena productivo/comercial de flores de corte, plantas ornamentales y empresas y servicios ligados al sector. Si bien se trata de un producto perecedero netamente nacional, en otros países las plantas y las flores como generadoras de bienestar y salud en las personas son consideradas de primera necesidad. 

Durante el mes de abril 2020 estuvieron reclamando al Gobierno Nacional que se incluyan dentro de las actividades habilitadas para poder circular y comercializar, bajo el compromiso de cumplir un protocolo de seguridad que elaboraron junto con el Instituto de Floricultura.

“También pedimos la apertura de los viveros al público, ya que la mayoría son en lugares grandes, ventilados y sin gran concurrencia de gente. Es viable la comercialización online, pero para ciertos puntos del país, hay pueblos o regiones que no es tan popular el uso de la entrega a domicilio”, opinó el referente de la Asociación Argentina de Floricultores y Viveristas.

Asimismo, agregó que la mayor salida de venta de flores de corte es para eventos, iglesias y cementerios. “No veo un mercado que pueda sustituir la gran cantidad de flores de cortes que hay producido actualmente”, afirmó Pablo Irie.