La rotación de herbicidas continúa siendo una deuda pendiente
Con el apoyo de UPL, RAVIT sacó una nueva radiografía de las malezas en el norte de Córdoba. En el 62,5% de los casos, se continúan usando apenas cuatro modos de acción de herbicidas con baja eficacia para controlarlas.
Relevar lo que ocurre en los lotes y entender el comportamiento de los productores frente a las dificultades que presenta la agricultura actual es, sin dudas, el principal objetivo que persigue el trabajo que RAVIT (Red Agropecuaria de Vigilancia Tecnológica) viene llevando a cabo con el apoyo de UPL Argentina y la participación de 50 productores en el norte de Córdoba.
Del último relevamiento de malezas realizado esta campaña en las 2 millones de hectáreas que componen el área de estudio surge que el complejo de malezas de hoja ancha sigue liderando la preocupación de los productores. Crecen las gramíneas, en especial Sorghum halepense, cuyo manejo se está complejizando año a año a raíz de las resistencias que viene desarrollando la especie. Y entre las malezas otoño primaverales se destaca la frecuencia de Sonchus oleraceus -que aumentó en las últimas campañas- y la dificultad de control que presenta Senecio spp.
Al comparar los datos con los de la campaña anterior, nuevamente las malezas que lideran la región en frecuencia son Amaranthus spp y Sorghum halepense, ambas de difícil control para el productor. A estas se suma el complejo de las clorídeas. Y se destaca Conyza spp, que aunque se pensaba controlada continúa apareciendo entre las más frecuentes.
Del estudio surge cómo la dificultad de control percibida por los productores se asocia a malezas con un comportamiento perenne cuya frecuencia en los lotes es moderada. Tal el caso de Borreria spp, Commelina erecta, Gomphrena spp y Pappophorum spp.