Plásticos y agro: el desafío ante un cambio de hábito
Según la Fundación CampoLimpio, el plástico recuperado durante 2019 en el sector agropecuario fue de más de 235 mil kilos. Mientras que, en lo que va de 2020, ya asciende a más de 190 mil kilos.
Constituido por una variedad de compuestos orgánicos, sintéticos o semisintéticos, de elevado peso molecular, el plástico se caracteriza por su propiedad de ser maleable, lo que le permite adoptar distintas formas. En este sentido, posee también diversas funciones: cubrir los cultivos agrícolas y protegerlos de contaminantes externos, conservar forrajes ganaderos y almacenar granos en silos bolsa extensibles, entre otras.
De esta forma, en la agricultura moderna el plástico se utiliza para favorecer la productividad y el desarrollo de los cultivos, mejorando su conservación y posterior comercialización.
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Se trata de un sistema de gestión integral que se ocupa de articular acciones que incluyen el reciclado y reutilización del plástico.
Nieves Pascuzzi, Coordinadora General de CampoLimpio, señaló que el uso de los plásticos en la actividad agrícola se redujo en los últimos años gracias a las variaciones en la formulación de los productos (ej.: producto granulado) que aportan a que se utilice menos plástico. “El uso de plásticos como envases de fitosanitarios asegura la calidad de dichos productos. Estos productos son necesarios para mantener sanos los cultivos de producción a gran escala", agregó.
"Nosotros trabajamos en conjunto con las empresas para reciclar los envases vacíos de fitosanitarios reduciendo el plástico y reutilizando el material para objetos que no afecten a las personas, los animales y el medio ambiente. El material reciclado se transforma en varillas, conos de señalización, reductores de velocidad, vainas para fibra óptica, entre otros usos” comentó.