"Es frustrante": a 16 años del descubrimiento del gen, Raquel Chan lamenta que no se aprueben los cultivos tolerantes a la sequía

“A nivel científico es una maravilla, el trabajo es sólido y los resultados fueron espectaculares en el campo", destaca.

"Es frustrante": a 16 años del descubrimiento del gen, Raquel Chan lamenta que no se aprueben los cultivos tolerantes a la sequía
18deSeptiembrede2020a las10:48

Un equipo argentino de investigadores desarrolló semillas de trigo y de soja tolerantes a las sequías. La HB4 es la primera tecnología transgénica desarrollada íntegramente en la Argentina. Sin embargo, a pesar de tener reconocimiento internacional y de ser aplaudido en el mundo académico, en el país aún no se puede utilizar.

“Es frustrante”, define Raquel Chan, investigadora superior del Conicet y docente de la Universidad Nacional del Litoral (UNL). La científica lidera el grupo de investigación que descubrió el gen HB4 del girasol hace ya 16 años, con el cual las plantas -como el trigo y la soja- adquieren mayor tolerancia a la sequía, lo que las transforma en cultivos más tolerantes.

Actualmente, y desde 2015, la aprobación del trigo HB4 depende del dictamen de la Dirección Nacional de Mercados Agropecuarios. En caso de avalar la tecnología, la Argentina sería precursora en comercializar un cultivo de estas características. “Ni este gobierno ni el anterior hicieron un análisis con un dictamen positivo o negativo. El problema es que no lo definen y mientras, las tecnologías se duermen. El gobierno tiene que tomar una decisión para decir que si o que no, o que si en forma condicionada a tal o cual evento, como en el caso de soja”, se lamenta la especialista, quien inició sus investigaciones con el objetivo de que en una misma tierra cultivable hubiera mejores rindes para obtener más alimentos a menores precios. “Muchos detractores de esta tecnología dicen que se quiere avanzar sobre la tierra que no era cultivable, pero es al revés. La idea es producir más en el terreno cultivable”, observa Chan.

Uno de los temores de quienes se pronunciaron en contra de este producto es que los compradores internacionales rechacen el trigo transgénico.

Sobre los logros alcanzados, la bioquímica apunta: “A nivel científico es una maravilla, el trabajo es sólido y los resultados fueron espectaculares en el campo. Tuvimos repercusión a nivel internacional en países como Estados Unidos y Australia. Tenemos artículos publicados y citados en revistas internacionales. Ahora con la política, no puedo hacer más nada”.

"Es el país el que tiene que decidir si es pionero en esto y toma el riesgo o si no lo es", agrega.