Los micronutrientes también importan para la soja y el maíz

El futuro requiere de más esfuerzo y estudio. Pequeñas cantidades de nutrientes adicionales, sobre la base de fertilizaciones clásicas, permiten pegar un salto de rendimiento y calidad muy importante.

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Los micronutrientes también importan para la soja y el maíz
02deNoviembrede2020a las15:07

A medida que han ido pasando los años la fertilización en la Argentina aplicada a los cultivos extensivos se ha incrementado. Esto tiene una lógica, y la misma responde a varias premisas tales como: mayor demanda de alimentos, necesidad de aumentar los rendimientos unitarios, baja cantidad de tierras que pueden incorporarse al proceso productivo, posibilidades genéticas de mejores rendimientos, avances en el manejo del cultivo, mejoras en la mecanización y así podríamos seguir nombrando.

Normalmente la soja es fertilizada con fósforo y azufre, en tanto que el maíz, además de estos nutrientes, debe recibir generosas cantidades de nitrógeno, si aspiramos obtener altos rendimientos. La pregunta es: ¿Alcanza con esto para potenciar el rendimiento unitario de acuerdo con las condiciones que el ambiente nos ofrece? La respuesta no tiene muchas opciones, puede alcanzar para obtener un buen rendimiento, pero casi con seguridad, para la mayoría de los lotes, queda un plus de producción en el camino que no debería quedar.

¿Por qué ocurre?

La respuesta a este interrogante tampoco es difícil de responder. Ya hace muchos años, técnicos del INTA alertaban por la caída de la disponibilidad de nutrientes en la región pampeana argentina. Pese a que la fertilización ha crecido sustancialmente en nuestro país, las tasas de extracción también lo han hecho. En la mayoría de los casos la fertilización con macro y meso nutrientes se viene realizando, pero lamentablemente no ocurre los mismo con los micronutrientes. La explicación a la última pregunta la podemos encontrar analizando este aspecto.

Si bien hay casos particulares, el Dr. Hernan Sainz Rozas (INTA Balcarce), advertía que dentro de los micronutrientes había dos elementos que marchaban a la cabeza en la región pampeana, por su nivel de disminución, cuando eran comparadas sus disponibilidades actuales con la que tenían los suelos prístinos de nuestra región. Esos nutrientes son el zinc y el boro.