De la idea de un artesano húngaro a la campaña por la reelección: cómo nació Lumilagro
La compañía especialista en termos y recipientes térmicos lleva 80 años en el mercado; su historia y cómo llegó a fabricar casi 4 millones de productos por año
El mate y la yerba son dos elementos clave, pero para poder disfrutar de unos amargos (o dulces) se necesita un tercero objeto que conforma el kit de los indispensables. Para los argentinos un termo es fundamental y existe una marca local que consiguió posicionarse como líder en el segmento con 80 años de trayectoria. Se trata de Lumilagro que nació a partir de la inventiva de un artesano húngaro.
Eugenio Suranyi vivía en la Argentina y su especialidad eran las estatuillas de vidrio. Encontró una oportunidad de negocio cuando la Segunda Guerra Mundial congeló la importación de varios productos al país. Entonces ideó una botella que pudiera preservar la temperatura del líquido que contenía. Se unió con otras dos familias, los Nadler y los Faldus, y fundaron su empresa de recipientes térmicos en 1941.