Los Tomatis: transformaron el campo familiar y hablan de un “despertar de conciencia” ganadero
Sumaron también caballos para equinoterapia, abejas, ovejas y gallinas de pastoreo; un crédito para comprar una bomba solar fue la clave para fortalecer el trabajo de un grupo familiar que superó el traspaso generacional.
Campo, viento y mucha tierra nos llevaron hasta Ituzaingó, en el norte del departamento santafesino de Las Colonias. A 22 kilómetros de la Ruta 13, entre ripio y camino de tierra se encuentra el campo de la familia Tomatis, que sorprende en el ingreso con la altura de sus alfalfas, como un ejemplo de adaptación, de traspaso generacional, pero también de cambios en el sistema productivo que vale la pena conocer.
Lo que hoy es un campo de 180 hectáreas, fue originalmente del padre de Leonidas Tomatis, que casado con Clara fomó una familia que completaron cuatro hijos. Veterinario de profesión, les heredó a dos de ellos la carrera, pero nunca los dejó intervenir en la unidad productiva familiar, siempre destinada a la agricultura.
En 2009, Leonidas alquiló un tambo relativamente cerca, en Ataliva, donde el trabajo era bueno y no se ponía en riesgo el capital familiar. La lechería los hizo aprender mucho y lidiar con las complicaciones lógicas del sector. Sin embargo, fue la naturaleza la que le puso freno a la iniciativa y las inundaciones de 2016 quedaron 90 hectáreas bajo agua. Fueron 23 días los que pasaron sin sacar leche, murieron animales y el resto fueron vendidos.
Tuvieron que volver a empezar y fue en ese momento que Iván, uno de los hijos de Leonidas, pensó en traer algunas vaquillonas de un productor al que le atendía los animales para empezar a diversificar la producción.
Hubo momentos de debate sobre cómo seguir con la empresa y fue así que el Establecimiento Santa Angela empezaba a cursar otro rumbo.
Como veterinario, se cruzó con una formación en el manejo holístico del suelo y entonces sumó al conocimiento, al trabajo y a la actitud positiva nuevas ideas para regenerar los pastizales, utilizar bioinsumos y así reducir la aplicación de insumos sin resignar resultados en el producto ganadero.
Su hermana Silvina es docente, pero también está muy orientada a esta mirada integral de trabajo y combinando instancias que van más allá de lo tangible. Junto a Fabiana, que se dedica a pequeños animales, llegaron a un “despertar de conciencia”, como ella misma lo describe.
El proceso de transición generacional los llevó a entender de otra manera el futuro productivo que tenían por delante, y de alguna manera también ayudó a esta evolución que ya lleva más de dos años y medio, el cual también tiene el sosten de la cuarta hermana que como biotecnóloga y doctora en Neurociencias, que colabora desde Australia para empujar cada decisión.
Se suma el resto de las familias de cada uno, un amigo apicultor y como pieza clave está Ubaldo, el único trabajador contratado que tienen, que todavía no se instaló a vivir en el campo, pero pronto lo hará a medida que este trabajo integral demande más.
Establecimiento de ganadería regenerativa
“La producción regenerativa apunta a las multiespecies, a la diversidad. Lo orgánico no admite ningún tipo de productos, la agroecología, la ganadería regenerativa, el manejo holístico no prohibe nada, aunque tampoco necesita otros productos cuando el ambiente está estabilizado entre lo vegetal y lo animal”, explicó a Agrofy News, Iván Tomatis, junto a su cuñado Claudio.