El tambo de los Alquati: invierten "sin miedo" en un campo alquilado y ya cobran más por la calidad de la leche
Fueron los primeros de la Argentina en instalar un biodigestor nacional y ahora quieren producir energía; el paso a paso de la ampliación del establecimiento La Otilia
Hace casi dos años, Agrofy News visitó el establecimiento La Otilia, para conocer el primer biodigestor de fabricación nacional instalado en un tambo. En ese momento, las obras de ampliación a autovía de la Ruta Nacional 34 se hacían esperar, pero ahora están en la puerta de este tambo, habiéndole restado 13 hectáreas a toda la propiedad, pero generando una mejora en la conectividad ansiada durante décadas para toda la región.
En Susana, provincia de Santa Fe, la familia Alquati trabaja con un sistema muy interesante, en tierra arrendada, con objetivos muy sólidos y metas cumplibles, invirtiendo y creciendo.
Son días de frío intenso, pero la recorrida por la nueva sala de ordeño vale la pena. En 2011 este tambo arrancó con 90 vacas, ahora tiene 217 vacas propias en ordeño y la fosa con 12 bajadas estaba quedando chica.
Con la oportunidad de alquilar un lote lindero más, ya proyectan la incorporación de otros 60 ejemplares que están en ese tambo, que se cierra momentáneamente hasta poder generar condiciones y alimentación para reabrirlo más adelante y seguir creciendo. El objetivo: alcanzar dos unidades de ordeño independientes que sólo compartan maquinaria y estrategia.
Joaquín Alquati es ingeniero agrónomo y conduce el establecimiento que encabeza su padre. “La idea de esta obra que terminamos hace muy poco fue agrandar la sala porque estábamos en muchas horas de trabajo, en muchas vacas por bajada, entonces lo estiramos y le agregamos 8 bajadas más”.
La rutina es exigente, son tres ordeños diarios que demandaban tres horas, más media de lavado. Ahora con lavadora automática se logró recortar media hora a la rutina de extracción y 15 minutos a la higiene. Por lo tanto, en el día tienen ahora 2:15 horas menos de tareas: “Tenemos un sistema dry lot con vacas de alta producción y con estas estrategias bajamos el tiempo de trabajo de la gente”.
Junto al Ing. Mariano Ibarra, explican: "Aumentamos 14 por ciento la producción haciendo un tercer ordeño, que sumando los costos de producción, queda un cinco por ciento libre, por eso la decisión de avanzar a las tres veces, pero siempre adaptando el sistema. Por eso la gente que hace el tambo se dedica solo a eso. Otras personas inseminan, rabastean, hacen la guachera”.
Un tambero responsable es el que organiza al personal de la unidad, con tres personas en la fosa y otro que hace de “vaquero”, que es quien organiza el ingreso de los animales.
“El trabajo de la extracción de leche es super pesado, por la rutina, pero hoy en día si se quiere invertir en tecnología se puede reducir el esfuerzo del personal”, explica y muestra los retiradores automáticos que tienen las 20 bajadas, que mejoran el procedimiento.
Todo el personal tiene como mínimo un descanso durante el fin de semana cada 15 días, con una carga diaria laboral que no supera las ocho horas.
Esta forma de organizar el trabajo hizo que en 2020 la guachera tenga 3,12% de mortandad y 8% de natimortos. La combinación de ambos valores hacen a una evaluación positiva.
Además, el confinamiento y segmentación de corrales hacen que también funcione la recría.