Nutrición del maíz: el diagnóstico del suelo y el método de fertilización, claves para lograr buenos rendimientos
El ingeniero Sergio Gremo, asesor de Amauta, describió los principales productos que ofrecen y remarcó la importancia de una fertilización balanceada para trabajar con la mayor eficiencia del uso del agua
El ingeniero agrónomo Sergio Gremo, asesor comercial de Amauta, analizó las principales variables a considerar para lograr una correcta nutrición del maíz. “El diagnóstico del suelo y el del método de fertilización que vamos a usar son claves”, aseveró el especialista en una entrevista con Agrofy News.
En primer lugar, Gremo destacó los principales insumos que ofrece Amauta para beneficiar al productor. “Ofrecemos una propuesta de fertilización balanceada para incrementar y trabajar con la mayor eficiencia del uso del agua en el cultivo de maíz. Como fertilizantes arrancadores tenemos Amauta Micro+, con el que aportamos todo el fósforo y el zinc que la planta necesita y un pulso de nitrógeno y azufre, con tecnología de protección de fósforo y zinc, sin riesgo de fitotoxicidad y con varias ventajas logísticas que tiene el producto”.
“En materia de fertilización complementaria estamos ofreciendo NutriBalance –agregó-, que es para aportar nitrógeno, azufre y magnesio, con una liberación diferencial en el nitrógeno cuando el fertilizante ingresa al suelo”.
Por otro lado, Gremo describió las tecnologías con las que se diferencian en el mercado. “Con Fertinagro tenemos una paleta que cuenta con mucha investigación y desarrollo. Ofrecemos tecnologías que no existían en el mercado argentino y apuntan a eficientizar el uso de los nutrientes. Por ejemplo, tenemos tecnologías que quelatan el fósforo, es decir fosforo protegido, lo mismo para el zinc. También tenemos tecnologías que apuntan a una liberación más lenta del nitrógeno en el suelo, de una forma más eficiente”, detalló.
Sobre el objetivo de margen bruto, rentabilidad y sustentabilidad que persiguen, resumió: “Buscamos maximizar la eficiencia del uso del agua, teniendo como base el diagnóstico de la situación inicial del suelo y el conocimiento de la eficiencia de los nutrientes de nuestros fertilizantes”.
Maíz: equilibrar para maximizar la eficiencia
En relación a los puntos más importantes que deben tenerse en cuenta para lograr mejores rindes de maíz, Gremo profundizó: “Debe darse un equilibrio entre la densidad de semillas que se ponen en el lote y la oferta nutricional que se le da a ese cultivo, que surge de un buen diagnóstico de la oferta inicial de recursos en el suelo. De esa manera se busca trabajar con la mayor eficiencia del uso del agua, regulando las interacciones entre cantidad de plantas y oferta nutricional (la del suelo más la del fertilizante)”.