#Foodporn. Se quedó sin trabajo, apostó a sus alfajores XXL y ahora no para de crecer
Una familia de 9 de Julio que se reinventó y lanzó “Cla Lafquen”; “Los sueños no se cumplen, se trabajan”, cuentan
|“Cla Lafquen” en idioma mapuche significa Tres Lagunas y en aquel paraje en 1863 se fundó la ciudad de 9 de Julio, en la provincia de Buenos Aires. En su honor, el primer alfajor de este partido bonaerense se llama así. “Le pusimos ese nombre por nuestra amada ciudad. Muchas personas entran solo para comprar alfajores. Estamos orgullosos y agradecidos por tanto. Como me gusta decir a mí: los sueños no se cumplen, se trabajan”, explica Maríangeles Perazzo, de 46 años, sobre su pequeño emprendimiento familiar, que en los últimos meses no para de crecer.
Perazzo trabajó durante muchísimos años como auxiliar en una escuela pública, pero siempre tuvo alma de emprendedora. “Lo heredé de mi padre”, aclara. En su casa solía tener una pequeña regalería con artesanías y además cosía prendas para una empresa textil. “Mientras esperaba que entre gente al negocio, me instruí y escuché infinidad de audios y libros sobre emprendimientos e historias inspiradoras”, cuenta. En 2019 llegaron momentos difíciles: se quedó sin mercadería y dinero para reponerla. La mujer no se dió por vencida. Recordó una deliciosa receta de alfajores de Maicena que le había enseñado Sara, la madre de una amiga, y comenzó a elaborarlos en su casa. “Sin pensarlo me compré todos los ingredientes para hacer cinco docenas y arranqué a venderlos”, cuenta. 9 de Julio siempre se caracterizó por sus chacinados, pero aún le faltaba un alfajor icónico.
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