El negocio argentino "de elite" que ya mueve $ 300 M y 30.000 empleados: el mundo secreto del polo

Con la Argentina como meca a escala global, la temporada de polo atrae cada vez más sponsors; los números detrás del deporte más exclusivo

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El negocio argentino "de elite" que ya mueve $ 300 M y 30.000 empleados: el mundo secreto del polo
26deNoviembrede2021a las11:31

En el aire flota cierta excitación. La intensidad viaja en montaña rusa. El paso de la quietud al vértigo es asfixiante. La respiración entrecortada de los caballos se enlaza con los golpes secos de los tacos contra la bocha. El polo en su máxima expresión. Se disputa la final del Abierto de Tortugas, la primera de las joyas engarzadas en la Triple Corona, la principal competición de este deporte que conjuga la tradición con una pujante industria que crece año a año.

Polo en Argentina

La Argentina es La Meca del polo. En esta tierra nacen los mejores jugadores, los caballos ideales para la práctica de este deporte y una legión de trabajadores que cumplen las distintas funciones que hacen a una actividad que cuenta con más de 30.000 empleados directos y 100.000 indirectos.

"Podemos decir que somos los mejores del mundo y eso también se da en todos los oficios que hacen al polo. Es una industria exportadora y de calidad mundial. La gente que hace botas de polo en la Argentina las hace para todo el mundo, la que hace cascos, la que hace tacos, todo lo que es la talabartería, los herreros, los veterinarios todo lo que es la clonación de caballos de polo... Argentina es el exportador absoluto de caballos de polo y mano de obra, gente superespecializada como son los petiseros, los veterinarios, los cuidadores, los patrones", explica Lucas Adur, CEO de la Asociación Argentina de Polo (AAP), entidad que agrupa a los distintos protagonistas de este deporte.

Los polistas más destacados son fáciles de identificar. Poseen una calificación reservada a unos pocos elegidos: 10 goles de hándicap. Se trata del máximo valor en la escala que define la calidad de los jugadores. Existen apenas ocho hombres en el mundo que tienen ese nivel y todos son argentinos: Adolfo Cambiaso (hijo), Juan Martín Nero, Gonzalo Pieres (hijo), Facundo Pieres, Pablo Mac Donough, Hilario Ulloa, Nicolás Pieres y David Stirling.

Ellos estuvieron presentes en el Abierto de Tortugas (se realizó del 5 al 16 de octubre) y sus agendas incluyen también las otras dos grandes citas: el Abierto de Hurlingham (del 19 de octubre al 6 de noviembre) y el Abierto de Palermo (del 10 de noviembre al 11 de diciembre).

Si bien son las máximas estrellas, comparten ese sitial con los caballos que montan -pertenecen a una raza única en el mundo- y los petiseros, los hombres que se encargan de la preparación de los equinos para que lleguen diez puntos a cada presentación.

Los petiseros son el nexo entre el caballo y su jinete. Es común verlos poniendo a punto los animales -que en su gran mayoría son yeguas- al costado de la cancha. Los dejan listos para que el jugador cambie de monta en un acto tan rápido que simula la reposición de neumáticos en la Fórmula 1.

Un petisero tiene un sueldo cercano a los $ 50.000, pero sus ingresos trepan a los US$ 3000 cuando deja el país para cumplir funciones en Estados Unidos e Inglaterra, los otros dos grandes centros internacionales del polo. "Hoy, quizás, si vos querés ir a trabajar a Inglaterra, no podés. Un petisero entra porque es una mano de obra muy requerida. Es un motivo de orgullo que un petisero pueda entrar en otro país para mostrar su arte", acota el CEO de la AAP.

No es sencillo determinar las ganancias de un polista. Los contratos son privados y la Asociación no interviene en el asunto. "Tenés jugadores de alto hándicap que viajan por el mundo y juegan torneos importantes y pueden hacer su vida atrás del polo. Y hay jugadores que son de mediano/bajo hándicap que quizás ganan algo, pero también tienen que complementar con otras actividades", indica Adur.

"Por la Triple Corona no les pagamos a los jugadores. Nosotros cuando le pusimos nombre a la campaña Coronados de gloria fue porque el jugador realmente juega por la gloria. Si bien no tenemos que desconocer que mostrarse en este tipo de torneos les garantiza el trabajo del resto del año en todo el mundo. Está toda la lírica hermosa de ganar la Triple Corona, pero también está la conveniencia que les puede permitir hacer un negocio en el resto del mundo. La Asociación de Polo no da premios en efectivo", aclara el CEO.