Los orígenes del campo: la técnica que permitió a una empresa agropecuaria recuperar ocho hectáreas que estaban perdidas
La intensificación sostenible de la producción les permite controlar malezas y obtener un buen aporte de nitrógeno y materia orgánica al suelo
“Incluyendo cultivos de cobertura, recuperamos algunas hectáreas de campo”, destaca en diálogo con INTA Oliveros Alejandro Turatti, ingeniero agrónomo que trabaja en Agronomía Las Rosas SA, una empresa que ofrece asesoramiento técnico en la zona sur de Santa Fe.
En la localidad de Centeno, a 97 km al noroeste de la ciudad de Rosario (Santa Fe), se encuentran trabajando sobre un lote de baja aptitud agrícola desde hace cinco campañas.
La experiencia con cultivos de cobertura
Turatti contó que cuando recién empezaron a trabajar ese campo, Alejandro comenta que tenían unas 10 hectáreas de desperdicio sobre un total de 90 hectáreas. “Arrancamos con soja de primera y el segundo año hicimos trigo-soja. No nos fue muy bien porque cosechamos el trigo pero, al momento de sembrar la soja de segunda, tuvimos problemas de encharcamiento debido a las abundantes precipitaciones de esa campaña. Al tercer año volvimos a hacer trigo-soja, ahí ya obtuvimos buenos resultados. En el cuarto año incorporamos vicia como cultivo de cobertura (CC), con doble propósito, para producción de semillas y también como cobertura”, define el agrónomo en un artículo difundido por INTA Oliveros.