Colza y carinata: los secretos productivos de cultivos que le compiten al trigo
La carinata es la mostaza etíope y se usa para producir biodiesel para aviones; mientras que la colza se usa para elaborar aceite de consumo doméstico y combustibles
Se acerca el invierno y los productores piensan en cultivos alternativos al trigo. Si bien la principal opción es la cebada, la colza y carinata –plantaciones de la familia de las brassicas- cada vez van ganando más espacio en el mundo agro, dadas las múltiples ventajas que presentan.
Colza, carinata y cebada en A Todo Trigo 2022
En el evento “A Todo Trigo”, que se realizó durante el 12 y 13 de mayo en Mar del Plata, la investigadora del Instituto de Investigaciones Fisiológicas y Ecológicas Vinculadas a la Agricultura (IFEVA) y del CONICET, Deborah Rondanini, habló sobre las brassicas, especialmente sobre la colza y la carinata. La Brassica carinata es la mostaza etíope y se usa para producir biodiesel para aviones. La colza, en tanto, se usa para elaborar aceite de consumo doméstico y también para combustibles.
Si bien la especialista observó que los países con tradición triguera le dan menos proporción al cultivo de brassicas, aseguró que ambas plantaciones son compatibles. Mientras que la colza va ganando espacio en diferentes países sudamericanos, en el mundo se producen entre 71 y 75 millones de toneladas de brassicas, con una producción promedio de 2.000 kilos por hectárea.
En el caso de Argentina, la colza –que ofrece adaptabilidad a distintos ambientes- es recomendada cuando al trigo le va mal. En los años 2012 y 2013 se cultivaron 90.000 hectáreas de colza, una cifra que descendió a 25.000 hectáreas en 2022. No obstante, y si bien el crecimiento de este cultivo creció en el último tiempo, el trigo mostró variantes más positivas.