¿Dan los números para fertilizar? Las recomendaciones de un docente e investigador para la campaña fina

"Ojo con pensar en hacer un trigo barato", comentó durante un encuentro de Fertilizar

¿Dan los números para fertilizar? Las recomendaciones de un docente e investigador para la campaña fina
26deMayode2022a las21:46

Fertilizar Asociación Civil analizó el escenario de la campaña de cereales de invierno 2022 dentro de “un contexto desafiante”.

Los miembros de la entidad remarcaron que, más allá de la coyuntura, si el productor cuenta con la humedad adecuada, tiene la intención de continuar invirtiendo en tecnología de fertilización apuntando a lograr rendimientos y calidad.

Trigo y cebada: recomendaciones para una nutrición eficiente

Nahuel Reussi Calvo, docente de la Universidad de Mar del Plata e investigador de Conicet, planteó “si este año los números dan para fertilizar” y rápidamente apuntó que la nutrición “es clave en el trigo y en la cebada”.

Si bien marcó que hay un escenario “complejo” por los precios crecientes de los insumos, los mayores costos de los flete y labores, a lo que se suman posibles faltantes y la incertidumbre del mercado y del clima, resaltó que en Argentina “hay brecha de rendimientos, lo que quiere decir que hay rindes que se escapan de las manos, y que gran parte de esa brecha es explicada por la nutrición”.

Para el especialista la respuesta a la toma de decisión de fertilizar en este escenario está en hacer análisis de suelo por lotes para “conocer el punto de partida de los cultivos e identificar los ambientes que pueden pagar la inversión en fertilización”.

Reussi Calvo expresó que solamente el 25% de los productores argentinos hace análisis de suelo y no hacen “ambientación”. En este orden destacó el costo accesible del muestreo de suelos que ronda “entre 1 y 3 dólares por hectárea”.

Pasó luego a plantear el escenario de nitrógeno, fósforo y azufre, “los 3 nutrientes que explican en mayor medida las brechas de rendimiento”, siendo esta del 40% respecto de los rendimientos alcanzables (con una diferencia de aplicación del 40% en nitrógeno- N; del 35% en fósforo- P, y del 88% en azufre- S).

En el caso del nitrógeno alertó sobre la relación entre calidad y rendimiento y sugirió a los productores definir “qué quieren producir y de qué calidad” pero que “siempre” deben apuntar a lograr un porcentaje de proteína no menor al 10%. “Ojo con pensar en hacer un trigo barato: con 9% de proteína se pierde el 10% del rendimiento”, graficó.