Efecto sequía: devuelven bolsas con semillas de maíz y se faenan más animales por la falta de pasto
Los productores comenzaron a desarmar posiciones de futuros sobre cosecha
La consultora Zorraquin+Meneses (Z+M) destacó en los apuntes mensuales para empresas que el 100% del foco en las empresas agrícolas está puesto en ver el impacto de la seca y las heladas para conocer el impacto en las estimaciones productivas, el corrimiento de las fechas óptimas de siembra.
Las empresas agropecuarias siguen de cerca distintos escenarios de pérdidas económicas y de futuras necesidades financieras si dichas pérdidas se concretan: "Se paralizó por ahora la venta de insumos esperando las señales del clima. Los fungicidas para trigo y cebada no tendrán el volumen de venta esperado. Se comenzaron a devolver bolsas de semillas de maíz", advierten.
Con respecto a la semilla de girasol, existe una mayor disponibilidad en ciertas zonas, producto de no poder sembrarse en otras.
Además, al no saber el impacto final del daño causado por esta combinación de falta de humedad y bajas temperaturas, los productores comenzaron a desarmar posiciones de futuros sobre cosecha. Hay productos más sencillos para esta tarea (trigo, soja y maíz) y otros más complejos (cebada y girasol).
En el mercado local, el volumen de ventas producidas durante el dólar soja y el impacto de la sequía hace que muchas veces este mercado se “divorcie” de la evolución del mercado internacional en sus cotizaciones. "Ambos fenómenos (nacional e internacional) seguirán sucediendo durante los próximos 30 días y en el plano local se amplificará si la sequía continúa", indican desde Z+M.
Un punto nada menor es que las toneladas con coberturas realizadas hasta el momento se amplían al faltar mercadería por merma de producción. "Si tenía el 50% de cobertura en trigo de un rinde estimado, y disminuye la cantidad cosechada, el porcentaje de cobertura aumenta. Dependerá a qué precios y cuán flexible sea dicha posición para entender si estamos en problemas y de qué magnitud son". Ante este escenario las empresas comenzaron a tratar de “flexibilizar” lo más posible sus posiciones de cobertura, pero siempre con la idea de mantener una cobertura alta.