Rafaela discute el modo de producción en el periurbano: qué se plantea sobre el uso de bioinsumos
La convocatoria la hizo el juez en lo Civil, Matías Colón, para definir un artículo único en su tipo en el país
En el segundo piso del edificio de Tribunales de la ciudad de Rafaela, Matías Colón, como titular del Juzagado Civil 2, convocó este martes a una audiencia de consulta en el marco de la presentación que hicieran ambientalistas sobre la pretensión de nulidad del art. 4 de la ordenanza 5.331, que regula desde el 2 de diciembre de 2021 la aplicación de fitosanitarios en la ciudad, utilizando productos orgánicos y biológicos entre los 50 y 200 metros desde le límite periurbano.
El cuestionamiento surge sobre la anterior normativa en la que se establecía una prohibición de pulverización alguna hasta los 200 metros de distancia desde el limite urbano, interponiendo a la Ley 10.000 para citar la inconstitucionalidad del tema.
Este elemento normativo provincial establece la defensa de intereses simples o difusos, procurando tutelar la salud pública, conservar la fauna, la flora, el paisaje, el ambiente y preservar el patrimonio.
Con contradicciones en el planteo, ya que se habla de promover la agroecología y se cuestiona a los biológicos y orgánicos, es que se llegó a una audiencia de consulta que se caracterizó por el orden y el cumplimiento de los lineamientos estipulados.
El juez Colón destacó la “participación social en los procesos de toma de decisión” en los temas de incidencia colectiva y alcance general para “elevar la calidad institucional y profundizar el estado de derecho”, para lo cual fueron citadas las partes, para justificar sus posiciones y responder las consultas, lo cual no implicó ni prejuzgamiento, ni apercibimiento, ni sanción.
En concreto y a partir de la presentación del abogado Enrique Marchiaro, se planteó el carácter regresivo del 4° artículo de la Ordenanza votada por el Concejo Municipal.
Fue así que el letrado estuvo acompañado en un primer panel de consultas por Sergio Ambroggi, de la asociación Amigos de la Vida; por el abogado Guillermo Dalmazzo, de Adapa (Acción de Defensa Animal y Protección Ambiental); y Ana María Santucci, presidente de la Asociación Civil Barbiana, que es una escuela ubicada en el periurbano.
Expusieron que plantean la regresividad desde el punto de vista jurídico, mientras que a nivel técnico se requería un estudio detallado. Explicaron que sobre la extensión de la línea agronómica el debate en el Concejo fue “tan rápido, que no hubo instancias de debate sobre ese tema en particular”.
De todas formas reconocen que no hay registros sobre “denuncias sobre el tema biológico u orgánico” en la ciudad de Rafaela.
Para Dalmazzo, activista en contra de los fitosanitarios, “que no se puedan aplicar productos no significa que no se pueda producir. Puedo dar fe que se pueda producir”. Esto lo dice porque hizo un curso municipal de huerta y que probó la tarea durante un año en un lote pequeño. “La solución que se pueda llegar a desarrollar es que se comprenda que se puede producir sin la aplicación de productos de síntesis orgánica, biológica o química”, agrega.
Claramente, la naturaleza por si misma no permite la producción a gran escala sin ningún tipo de control.
Dalmazzo habla de monocultivo en el periurbano de Rafaela, donde la diversidad se da a simple vista, por la composición productiva entre agricultores y ganaderos, tanto de tambos como de carne, con lo cual la necesidad de pasturas y diversos granos es fundamental para el desarrollo de las actividades.
“No es compatible la aplicación de productos desde los 50 metros, es un acto regresivo desde el punto de vista ambiental que corre el eje de la salud humana. Hay que empezar a ver la biodiversidad”, asegura la activista proponiendo el desarrollo de un cordón frutihortícola, que debería abarcar las más de 800 hectáreas que están en foco en este planteo.