Se crió entre semillas, vivió una fuerte experiencia en Estados Unidos y hoy es referente mundial: “Se viene un nuevo liderazgo femenino”
Lorena Basso lidera la empresa familiar hace 12 años, preside ASA y es la nueva vicepresidenta segunda de la Federación Internacional de Semillas
Lorena Basso es una apasionada de lo que hace. Si bien su carrera se centró en la empresa familiar, ella fue un poco más allá y hoy no solo es la presidenta de la Asociación de Semilleros Argentinos (ASA), sino que está próxima a asumir la vicepresidencia segunda del International Seed Federation (ISF), el paraguas internacional que da marco a todo lo que sucede en el mundo semillero.
Lorena Basso: las semillas marcan el camino
Basso Semillas es una empresa fundada en 1931 que se dedica al desarrollo, producción y venta de maíz pisingallo, maíz dulce y semillas de zapallos. Son alrededor de 100 empleados y su mercado se encuentra en Argentina y Brasil. “La empresa viene de mis bisabuelos. Somos una familia bien semillera. Estuve empapada con el negocio desde muy chica. Las semillas eran parte de mis juegos, las visitas del exterior terminaban en mi casa y las conversaciones no tenían límites”, recordó Lorena Basso en diálogo con Agrofy News.
Tiene dos hermanos más chicos, una mujer y un hombre. Los tres viajaron de Adrogué, donde se criaron, a Capital para estudiar Administración de Empresas. "Mi papá me decía siempre 'entendé cómo funcionan los negocios, las semillas lo aprendés en la práctica'", contó Lorena que actualmente vive en zona Norte de Buenos Aires.
Se recibió y antes de dedicarse de lleno al negocio familiar se fue a trabajar un par de años a una multinacional, de otro rubro, y también tuvo experiencias cortas en el exterior con semilleras: “Ese tiempo fue súper enriquecedor, sobre todo por la disciplina que te da luego para trabajar en una empresa familiar”:
Cuando decidió volver, se sumó a la empresa por la parte comercial, donde había una vacante: “Yo no sabía que tenía ese perfil comercial, odiaba hablar por teléfono y mi viejo me dijo ´vos tenés pasta para eso´. Enganché y me encantó”, relató la empresaria.
Contra todo pronóstico
Hace 12 años su padre falleció y ella asumió el liderazgo de la compañía junto a su hermana: “Mi viejo se enfermó y nunca preparó nada. Su personalidad era pensar que iba a haber un milagro el último día. Tuvimos conversaciones con mi papá antes de morir, pero fue un día que le dijimos que nos íbamos a ir a trabajar a otro lado si no dejaba todo ordenado. Nunca dejó nada ordenado y nosotras no nos fuimos”, expresó.
El único que no continuó el legado familiar fue su hermano, que decidió ir por otro camino: “Mi hermano fue el que estudió genética en EEUU. Si bien mi papá trabajaba bárbaro con nosotras, codo a codo, ´el varón tiraba´. Las fichas estaban puestas en él. Nosotras éramos las hormiguitas. pero el varón… era el varón. Hoy está fuera de la compañía, no quiere saber nada, no le gusta”, contó la presidenta de Basso.