La apasionante historia de Oriana, la camionera que cumplió su sueño y quiere ayudar a más a lograrlo: "Todos me decían que no"
Es muy activa en redes, muestra todo sobre la vida en la ruta y realiza campañas para que más gente pueda trabajar en el rubro, sobre todo mujeres
Se llama Oriana Ayala, tiene 23 años y soñaba con ser camionera desde chica. Ahora, no solo está cumpliendo su sueño, sino que también difunde su labor y hace lo posible para que más chicos y mujeres puedan hacerlo.
Oriana Ayala: “Empecé a tocar puertas, todos me decían que no"
Empezó de chica aprendiendo a manejar a los 13 años (autos), y ya los 17 ya acompañaba a su tío que tenía un camión a trabajar: "Me empezó a llamar la atención el cómo manejar un camión. Semejante bestia. Entonces ahí me empezó a gustar”, destacó en diálogo con Agrofy News
Pero desde el principio no fue fácil: “Me decían ‘No piba, vos tenes que esperar’. “Es un proceso”, aseguró.
La edad no fue el único obstáculo que tuvo que enfrentar. “El tema era cómo arrancaba. Mi viejo no es camionero, nada que ver. Tengo 6 hermanos varones, nada del rubro.”, “¿A quién le pido para que me enseñe a manejar?”, se preguntaba Oriana. “Es una responsabilidad enorme”, planteaba. “Justo tenía a mi primo que entró a un transporte y yo trabaja a la mañana así que me iba a la noche con él a aprender a manejar lo básico”.
Fue así que decidió aprovechar cada momento disponible para aprender a manejar un camión: "Aprendí un poco con él hasta que me pude hacer el registro, cumplí los 21 y me hice el registro”.
Ya teniendo la edad y la licencia, empezaba el reto más grande. “¿Quién me iba a dar un camión con 21 años?”, se preguntaba a sí misma, “Un camión que vale 200 mil dólares más la carga” enfatizó.
Pero eso no la detuvo: “Empecé a tocar puertas, todos me decían que no, que quién te va a tomar; que sos muy chica, que sos mujer”. “Muy machista el rubro”, afirmó, pero nunca dejó que los comentarios la tiraran abajo, “Yo confiaba plenamente en mí”, resaltó como premisa y decidió encontrar su oportunidad sin dejar de buscar.
Esa oportunidad que buscaba le llegó, fue en la empresa de logística Danico. “Imaginate, yo mido 1,50m, me mira el dueño y me dice ‘¿Vos manejas camión?’ No lo podía creer.” Le dijo que sí y le contó su historia. “Me dijo ‘Bueno, vamos a hacer una prueba.’”