Números poco claros para soja y maíz: el dólar para el agro se vuelve incierto y hay rumores de cambios
En el mercado de granos se habla de que el Gobierno se habría comprometido con el FMI a que el dólar exportación se elimine en julio
Si bien algunos estimadores bajan las proyecciones de producción de soja de Brasil, se asume que la producción estaría en umbrales que dejarían altos stocks/consumo. Pero las tres semanas secas en Argentina están haciendo mella en los cultivos, y generan cierto grado de duda.
Dante Romano, profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral y especialista de fyo, analiza todas las variables en una semana que, localmente, vuelve a ser atravesada por el clima y el dólar.
“Como la demanda de soja está débil, ante números cada vez menos auspiciosos de China y un dólar revaluado a nivel mundial, el foco del mercado pasa a la oferta, que viene abundante, y al marco financiero, que es adverso”, comienza Romano.
Por el lado de Brasil, el especialista detalla que la cosecha de soja continúa reduciéndose, pero en niveles que siguen permitiendo en conjunto con el resto del mundo, y especialmente Sudamérica, sostener niveles altos de stocks/consumo. En lo que hace a maíz la pregunta es qué pasará con la safrinha. “Como el inicio de la trilla de soja es rápido porque se levantan los peores lotes, y se siembran rápidamente con maíz (lo mismo que lotes de soja que se abandonan por poco rinde), la situación parece encaminada, pero hablamos sólo del 10% del área”, indica.
¿Y en Argentina? “Veníamos bien, y hace tres semanas se cortó el agua y subió la temperatura. La condición de cultivos bajó fuerte tanto en soja como en maíz en la última semana, y se juega todo a las lluvias que se pronostican para esta semana. Si se dan, las mermas no serían tan significativas. Pero estamos en tiempo de descuento. Esta situación generó alguna volatilidad”, explica Romano.
El mercado de trigo internacional es el que mejor se encuentra: cada vez con mayor stock por producción que sigue mejorando, y Rusia ofreciendo trigo barato al mundo. Localmente la demanda de Brasil y una cosecha mediocre sustenta los precios.
Pero Romano advierte sobre otro aspecto que mueve los precios disponibles de los granos: la suba del tipo de cambio contado con liquidación, y por tanto de la brecha cambiaria. “Recordemos que los exportadores pueden liquidar 20% de sus divisas a ese tipo de cambio. Esto les genera mayor capacidad de pago. Como la cosecha de maíz está próxima, y los barcos van llegando, la exportación comenzó a pagar por anticipado los negocios de maíz marzo y abril, con sobreprecios interesantes, en una campaña donde los valores habían caído mucho y estaban por debajo de los precios de indiferencia. Quienes vendieron en dólares por tonelada en mercados de futuros, quedarían fuera de este beneficio, y esto frena las ventas”.