La soja más sembrada de la Argentina: las variedades que se recomiendan para cada ambiente y las estrategias para encarar un año con poca agua
La elección del genotipo para la siembra de soja es clave y hay diversas estrategias para encarar un año que se plantea como Niña
Para maximizar la productividad de los lotes, es fundamental apuntar al máximo rinde que se puede alcanzar. Y claramente la soja no es ajena a este tema.
Desde DONMARIO Semillas estiman que, en términos globales, la diferencia entre el rinde potencial y el real de los lotes es del 32%. En este sentido, además del ambiente y el manejo, uno de los temas fundamentales por el que no se alcanza el rinde potencial tiene que ver con no generar los incentivos para traer nuevas tecnologías a la Argentina, con semillas de mayor rendimiento que mejoran la tasa de ganancia genética. Es decir, sumar biotecnologías para maximizar la productividad.
Patricio Munilla, gerente de marca de DONMARIO Semillas, plantea que la protección de la propiedad intelectual en el 2019 era del 40%, pero en los últimos 5 años ese reconocimiento se fue erosionando hasta llegar al 32%. "Es un mínimo histórico", advirte y explica que la erosión de la propiedad intelectual se ve a largo plazo, y que en el campo en el día a día no se ve. "Nos hace perder partidos importantes, estamos perdiendo por goleada".
Bajo este marco, se advierte que en Argentina el productor sojero dispone de tres biotecnologías para el control de malezas e insectos, mientras en Brasil accede a cinco y en Estados Unidos a siete. Dicho de otra forma, en Argentina, en los últimos 20 años, la tasa de ganancia fue de 20 kg/ha al año vs. más de 45 kg/ha en Brasil y Estados Unidos. Si a esos 25 kg de ventaja de Brasil y Estados Unidos se los multiplica por 20 años, da 500 kg/ha que podrían estar rindiendo en soja los campos de Argentina. Los datos son alarmantes.