El hombre de las 150.000 hectáreas: "No muchas personas lo logran"
Fue uno de los primeros en manejar la picadora JAGUAR de Claas en Argentina y casi 30 años después continúa con su labor; un "defensor de la marca y muy buen operador"
Juan Pastor es uno de los tantos protagonistas de la historia del picado de forraje en Argentina. Arrancó como operario en la empresa Noya y Asociados, que trajo una de las primeras picadoras JAGUAR de Claas a la Argentina. Y desde entonces se volvió un especialista, trabajando unas 5000 hectáreas por año durante nada menos que las últimas 30 campañas. Es decir, ya cubrió unas 150 mil hectáreas.
Juan Pastor, una persona muy especial para el agro argentino
"Este hombre empezó de jóven a manejar la máquina. Es algo raro de ver en el agro argentino, que un maquinista dure tanto tiempo manejando una máquina, y especialmente la picadora", destacó Reynaldo Postacchini, vicepresidente de CLAAS Argentina y hombre clave en el desembarco de la marca en el país.
Durante la celebración de los 30 años de la llegada de la máquina a la Argentina, Juan Pastor recibió un reconocimiento por su labor. También se conoció el apodo que le puso un ingeniero alemán: Juan "Bolillero". ¿Por qué? Porque sentía un ruido particular y se lo transmitió al jefe de servicio técnico de Claas Argentina, un alemán que ahora ya está retirado en Europa.
Juan Pastor es una persona muy especial porque conoce la máquina de punta a punta: "Debe ser uno de los hombres con más experiencia manejando una máquina, llegamos a cambiar motores en menos de 12 horas porque la cosecha de forraje estaba lista. Y Juan es un especialista en hacer reparaciones de la máquina. Yo no conozco que un maquinista ande tantos años manejando una máquina", destacó Postacchini.
Días atrás, más de 200 productores, cooperativas y contratistas se reunieron en los festejos por el aniversario de la picadora de forrajes más vendida de la Argentina y el mundo. Un poco de historia y la invitación a seguir pensando en grande.
Cómo llegaron las primeras picadoras JAGUAR de Claas a la Argentina
Para homenajear a quienes en 1995 se arriesgaron a incorporar una tecnología disruptiva que cambió la forma de hacer leche y carne en el país, CLAAS Argentina reunió en su sede de Sunchales, Santa Fe, a los protagonistas de los últimos 30 años del picado forrajero. ¿Cuál fue el rol de las cooperativas tamberas y de los contratistas en el cambio de un modelo productivo basado en la tecnología que llevó la superficie de picado de las 80.000 hectáreas en 1994 a las 2.396.329 hectáreas de la última campaña? Acá te lo contamos.
Hablar de la historia de las JAGUAR es hablar de la historia del picado, y de CLAAS en Argentina. Todo comenzó hace 50 años en Alemania, con la primera picadora autopropulsada, la JAGUAR 60 SF, y continuó en el país a mediados de los años 90, con las primeras JAGUAR 800 que llegaron a la Argentina.
Fue un efecto contagio. En 1993, en Villa Allende, Córdoba, Marcelo Tonolli, junto a su padre y su hermano, eran usuarios de una JAGUAR de arrastre que ya hacía la diferencia. En 1995, los Tonolli vieron una JAGUAR 880 autopropulsada en un catálogo y decidieron ir por ella. Pasarían de un surco a 8. El entusiasmo por producir más y mejor forraje también estimuló a Raúl Zampieri, asesor de Noya y Asociados que, desde Tránsito, Córdoba, decidió ir por una JAGUAR 860, a los que se sumaron los productores de la cooperativa Agrupación 2000, de Porteña, Córdoba, que poniendo 5000 dólares cada uno se animaron a una JAGUAR 800. Ellos fueron los tres compradores que adquirieron las primeras picadoras autopropulsadas nuevas que llegaron al país de la mano de AgriCima, una importadora de Uruguay que comercializaba la marca en aquella época.