La increíble historia del Gaucho Runner, su vínculo con el campo, su experiencia en la cosecha y hasta las anécdotas de una visita a Kenia: “Lo que más disfruto es..."

Lucas Báez, el Gaucho Runner, es maratonista y arquitecto; su sello distintivo es una boina con la que compite desde hace más de una década; su historia une el deporte con la identidad chacabuquense

La increíble historia del Gaucho Runner, su vínculo con el campo, su experiencia en la cosecha y hasta las anécdotas de una visita a Kenia: “Lo que más disfruto es..."
03deJuniode2025a las15:02

La imagen de un hombre cruzando la meta de una carrera con boina llama la atención en cualquier parte del mundo. Ese corredor es Lucas Báez, más conocido como el “Gaucho Runner”, un apodo que surgió en su grupo de entrenamiento, Correr Ayuda, por sus raíces del interior y que, con el tiempo, terminó por definir su identidad.

Oriundo de Chacabuco, provincia de Buenos Aires, Lucas comenzó a correr hace 14 años como una forma de recuperar su salud después de varios años de inactividad. “Me había recibido de arquitecto y después de cinco años sin hacer deporte, había subido casi 24 kilos”, recordó. 

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El Guacho Runner de Chacabuco: campo y pertenencia

La historia del Gaucho Runner está profundamente ligada al campo argentino. Nacido y criado en Chacabuco, Báez creció en un entorno donde el campo marca el ritmo de la vida cotidiana.

Su familia estuvo y sigue vinculada al sector agrícola y alimentario: su madre se jubiló recientemente tras trabajar en una empresa dedicada a productos derivados del maíz, de jarabe de alta fructuosa; y su padre trabaja en un molino harinero local. Esta conexión directa con la producción agroindustrial es un reflejo de la economía regional y la impronta rural que caracteriza a la ciudad.

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“Chacabuco es uno de los lugares más privilegiados del país, con una importante actividad ganadera y agropecuaria. Aunque no tengo campo ni caballo, crecí rodeado de experiencias rurales como las carneadas en la quinta y la cosecha. Es un cariño mutuo que llevo conmigo, y la boina que uso para correr es una forma de representar ese vínculo y mis raíces”, afirmó Báez.

A pesar de vivir hace muchos años en la capital, Lucas mantiene contacto con el campo siempre que puede. “Cuando voy, casi siempre coincido con la siembra o cosecha. Trato de estar en esos picos. Ahora que vino el frío, estoy en alguna carneada para compartir con amigos, comer algo y disfrutar de un fogón. Aunque no tengo campo, siempre busco estar en conexión con esa vida”, comentó el Gaucho Runner.

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