¿Qué es la miel de uva? El sueño revolucionario de una productora salteña que quiere llegar a todo el país
Desde Salta, Gabriela Taviglioni transformó una receta familiar en un producto innovador que mezcla lo dulce, lo salado y lo ácido; su historia es la de una revolución personal que se convirtió en identidad gastronómica y legado

En una pequeña fábrica de Salta, una receta familiar se transformó en un proyecto de vida. La protagonista es Gabriela Soledad Taviglioni, una profesora de Bellas Artes devenida emprendedora que, hace 20 años, apostó todo a un producto que en aquel entonces era desconocido para el mercado: la miel de uva.
Desde su emprendimiento “Tahuainti", Gabriela no solo elabora un producto versátil y noble, sino que propone una forma distinta de narrar la identidad salteña. Con variedades que combinan lo dulce, lo salado y lo ácido, esta miel vegetal es tan innovadora como emocionante e invita a un viaje por todos nuestros sentidos.
¿Cómo es la miel de uva?
La miel de uva que se obtiene es un producto vegano y orgánico, elaborado sin gluten y sin TACC. Con una amplia gama de sabores que desafía a los paladares más gourmet: con chía y quinoa, uvas blancas al torrontés, mostaza, pimienta y ají, aceitunas, frutos rojos, jengibre y canela, menta y limón y nueces, almendras y maní.
Un emprendimiento que nació de una crisis, pero también de un sueño
¿Cómo empezó tu camino en la producción de miel de uva?
- Empezó hace unos 20 años, después de una crisis personal. Buscaba hacer algo por mí y dejarles un legado a mis hijos. Tomé una receta familiar y la transformé en emprendimiento. Así nació “Tahuainti”.
¿Qué significa trabajar con la uva como materia prima?
- Es un símbolo. Soy profesora de Bellas Artes y me gusta innovar. Me di cuenta de que la miel de uva acepta muy bien distintos ingredientes: dulces, salados, ácidos. Esa nobleza me permitió desarrollar una gran variedad. Tengo otros productos también en mi cabeza, todos a base de pruebas y errores, estrategias y a partir de analizar ingredientes que están o de moda o por sus características y propiedades adquieren notoriedad como el jengibre o la cúrcuma. Y así voy, mediante la curiosidad y la investigación, desarrollando otros subproductos.