La vida del "padre" de un cultivo que transformó a la Argentina: "Me atrapó"

Pionero en el mejoramiento genético de la soja en Argentina, Rodolfo Rossi cuenta cómo una vocación nacida en la ciudad lo llevó a impulsar el desarrollo del cultivo que transformó la agricultura y la economía del país

04deNoviembrede2025a las16:58

Rodolfo Rossi se define como “una persona común”, pero su huella en la historia productiva del país lo contradice. Desde que decidió enfocar su carrera en el mejoramiento genético de la soja, allá por los años 70, su trabajo se convirtió en una pieza clave para el desarrollo del cultivo que hoy es motor de la economía argentina. 

Rodolfo Rossi en La Huella: el referente que cambió la soja en Argentina

“Uno puso algún ladrillo en ese crecimiento”, dice con humildad quien, sin proponérselo, terminó siendo conocido como el “padre de la soja”. Fue el primero en sembrar soja RR en la Argentina.

Su vínculo con el campo no nació de una tradición familiar, sino de una vocación. Criado en Buenos Aires, Rossi descubrió su interés por la biología en el secundario y eligió agronomía atraído por la idea de contribuir a que “no haya hambre en el mundo”.

Mientras trabajaba en un banco y estudiaba de noche, se formó como fitomejorador y se propuso entender a fondo un cultivo que por entonces apenas ocupaba cien mil hectáreas. “La soja me atrapó por su cualidad, por su capacidad de adaptación y por todo lo que se podía mejorar”, recuerda.

Esa pasión lo llevó a convertirse en uno de los pioneros del desarrollo genético de la soja en el país. Desde Venado Tuerto, y junto a un equipo de jóvenes investigadores, impulsó la creación de variedades adaptadas a las condiciones locales, rompiendo la dependencia de materiales importados.

rossi acsoja

“Fue como cocinar en una olla de genes”, explica sobre aquel proceso que permitió expandir el área sembrada y sentar las bases de una industria nacional. Su trabajo contribuyó no solo al salto productivo de los 80 y 90, sino también a hitos como la incorporación de la soja transgénica y la mejora continua en resistencia a enfermedades y rendimiento.

Pero detrás del científico hay un líder que valora tanto los logros técnicos como el crecimiento de las personas. Rossi reconoce que la clave de su liderazgo fue “dar libertad y permitir que cada uno exprese su potencial”. Formó equipos mixtos cuando no era habitual, promovió la colaboración y alentó a nuevas generaciones de agrónomos. “Una de las cosas más lindas que uno se lleva cuando se retira es haber ayudado a otros a crecer”, confiesa.

A sus casi 50 años de carrera, Rodolfo Rossi mira hacia atrás con gratitud. Fundador de instituciones como Prosoja y ACSOJA, continúa vinculado a la cadena productiva que ayudó a construir.

“Estoy contento de las decisiones que tomé. Pude ejercer mi vocación, expresar mi talento y aportar a algo que cambió la historia de la agricultura argentina”, resume. Su historia es la de un hombre que, con esfuerzo, curiosidad y visión, convirtió una hoja en blanco en una huella imborrable para el agro.