La nueva administración agrícola
Los granos, principal fuente productiva y exportadora del agro, tienencotizaciones deprimidas que suelen no cubrir los costos de producción. Si bienel área bajo cultivo se ha mantenido, las empresas sufren situaciones decreciente iliquidez, exhiben un alto endeudamiento bancario y también con losproveedores de insumos, que han contribuido a financiar las campañas agrícolas.
Producciones regionales como el arroz en el Litoral, el algodón en el Chaco,el azúcar en el Noroeste, las lanas en la Patagonia y el Litoral y algunasproducciones cuyanas presentan realidades agobiantes. La importante producciónláctea, la avicultura y la porcicultura se agregan a un listado con pocasexcepciones. La ganadería vacuna de carne ha logrado mantener su producciónpor inercia de precios favorables anteriores y por su amplia base de sustentaciónen el consumo interno, aunque se teme por las consecuencias de la generalizaciónde la iliquidez.
El origen de esta situación se vincula con factores internos y externos. Enlo externo, gravita fuertemente la declinación coyuntural de los preciosinternacionales. Si bien las naciones asiáticas están emergiendo de susdificultades, ni Rusia, ni Brasil, ni otros más han dejado atrás su recesión.La devaluación brasileña sigue afectando a nuestras exportaciones y, enalgunos casos, las empresas locales son golpeadas por las exportaciones delsocio mayor del Mercosur, a menudo subsidiadas. En lo interno, se espera unaumento de la actividad económica, todavía incipiente, pero continúa la presiónde las tasas de interés y de los impuestos, que ahora suman nuevos capítulos,fruto de la reforma en curso de aprobación. Hay anomalías climáticas que seagregan a tan desfavorable contexto.
Existen situaciones parecidas en el mundo, aunque por uno u otro motivo losagricultores han logrado amortiguar su situación, particularmente en lasnaciones desarrolladas, mediante el concurso de tesorerías generosas o sistemasde protección que se activan para conjurar las coyunturas desfavorables. No esel caso de nuestro país, donde prevalece la situación exactamente contraria,tanto en el ámbito nacional como provincial. Dos medidas acaban de anunciarse.Por un lado, un sistema crediticio destinado a la retención de la cosecha detrigo para procurar un repunte de sus precios ahora, al estimularse ladistribución posterior de su comercialización. Por el otro, una suspensióntransitoria de las ejecuciones de créditos en mora por parte del Banco de laNación. Esta entidad anuncia que concentrará su cartera en el agro y en lasPyme y evitará la concesión de grandes préstamos, cuya historia muestra casosde claro favoritismo político, que se pretende desterrar. Sin embargo, su nuevopresidente advirtió sobre la inviabilidad de la institución si no puederecuperar sus créditos.
Sobran evidencias en el sentido de que la administración entrante ha puestoel acento en una reforma impositiva destinada a aumentar los ingresos, en tantola contención del gasto y el control de la evasión han tenido menor peso a lahora de las decisiones. Cuanto más rápido pueda invertirse esta ecuación, máspronto llegará el alivio al agro y a toda la economía. De la nuevaadministración agrícola se espera una contribución para operar este cambio,así como la devolución de la representatividad del importante sectoragroindustrial en el seno del gobierno nacional.