Piden plan para promover competitividad del campo

10deMayode2000a las08:12

Muchos productores demandan un plan estratégico para el desarrollo delsector agropecuario, tal como lo tienen Australia o Estados Unidos. Durante undebate organizado por la Asociación Argentina de Consorcios Regionales deExperimentación Agrícola (AACREA) se volcaron ideas para modificar el statuquo actual.

Hablaron Daniel Miró, Guillermo Alchouron, Humberto Volando y GuillermoToranzos Torino. En la reunión hubo consenso entre los expositores en que serequiere una política agropecuaria. Pero no como se ha concebido en el pasado,orientada preferentemente hacia el asistencialismo de productores con problemas,sino como un plan amplio de promoción de la competitividad del agro argentino.«A la Argentina de hoy, el contexto no le da oportunidad de no tener políticaagropecuaria», disparó Daniel Miró, presidente de Nóvitas SA, en el tramoinicial de su charla, al contestar la pregunta acerca de la necesidad o no dedesarrollar esa herramienta. Agregó que «una política debe tener creencias,convicciones, valores y un propósito, pero debe ser interactiva entre quienesla aplicarán y quienes serán sujetos de ella. Según su opinión, hay dosposibilidades para las políticas agropecuarias: de índole asistencial, paraayudar a productores de dudosa viabilidad en un entorno adverso, y de promociónde la competitividad. Mediante esta última se establece que los productores quese quedarán en el negocio agropecuario deberán poder luchar en los mercadosinternacionales. El analista se inclinó por la segunda y sostuvo que «lacaracterística del presente es la aceleración del cambio», y que es muyfácil quedar desactualizado. Miró dio dos definiciones de políticaagropecuaria: a) el encuadre para las decisiones de los empresarios y b) la sumade programas específicos dentro de una concepción estratégica, insertadosdentro de la política económica general. Para concretarla, sugirió que elprimer paso debe ser la capacitación de productores, dirigentes, políticos yautoridades. «Ya no hay margen para que un dirigente se siente ante lasautoridades sin varias carpetas con propuestas. Y tampoco se puede admitir quelas autoridades contesten a las propuestas con fundamentaciones de doscarillas», redondeó.