Faltan mercados para las producciones argentinas

24deNoviembrede2000a las09:03
En la última década se concretó en nuestro país un significativo ehistórico incremento de la producción agrícola y un mejoramiento de lapecuaria. El proceso fue acompañado con inversiones en industrias procesadorasde materias primas. Como ejemplo, las aceiteras y arroceras y también lasproveedoras de insumos agropecuarios: fertilizantes y maquinarias agrícolas. Enlos primeros años de incremento productivo, el país tuvo un paralelocrecimiento económico. Muchos dirán que fue casualidad. Tendrían que decir lomismo hoy que la producción se ha estancado, justo, también, cuando el cicloeconómico es recesivo.

El convencimiento de que lo ocurrido no ha sido fruto del azar ni del«destino» refuerza nuestra convicción de que el esfuerzo mancomunado de laindustria y del sector agropecuario es lo que motoriza a nuestro país. Esto noshace insistir, con énfasis, en que el futuro del país se dará por medio de laproducción agroindustrial. Producción agroindustrial, hoy en día, en elmundo, es sinónimo de tecnología y calidad orientadas a la satisfacción delas necesidades del ser humano, en algunos casos con sofisticadas concreciones.

Sin embargo, los productores argentinos, tanto industriales como rurales,siguen agobiados por los resultados de sus empresas. La rentabilidad es escasa,cuando existe. Muchas son las razones para ello.

Es paradójico, también, que en un mundo donde 50% de la población no tienecon qué alimentarse, los alimentos no se demanden y nos encontramos, porejemplo, los argentinos sin vender arroz, que aumentó su volumen de oferta enla década en 400%, y debido a la situación se estima que en el próximo añoretrocederemos en el mismo orden. Hay muchos ejemplos más.

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