Un gobierno que navega a la deriva
Eduardo Duhalde, ¿desconoce la realidad, no la asume o nos miente? ¿Puede un Presidente gobernar ciclotímicamente? Parece que éste sí.
Primero, nos dijo que el 9 de julio festejaríamos junto con el Día de la Independencia el fin de la recesión. Días más tarde, anunció que “lo peor todavía no había llegado”, confirmando la postergación del mencionado festejo. Hoy, la versión oficial asegura que “lo peor ya pasó”. ¿Esto significa que habrá festejo el 9 de julio? Ironías aparte, todos conocemos los altibajos del Presidente desde el día que asumió.
Duhalde está convencido de que va a cerrar un acuerdo con el FMI y en eso basa su optimismo. Pero ¿qué pasa si el acuerdo no se alcanza a tiempo? Nadie en el Gobierno parece estar evaluando esa posibilidad y, lo que es peor, tampoco existe un plan que permita cerrar un acuerdo.
Por lo tanto, estamos en manos de un optimista utópico que nos conduce hacia un precipicio con los ojos vendados.
El riesgo de contagio de la crisis en la región y la creciente preocupación de los Estados Unidos al respecto puso eufórico al Gobierno acerca de la posibilidad de, finalmente, acordar con el Fondo.