El IVA percibido es una derrota más de la producción agropecuaria

24deEnerode2003a las08:56
POR PABLO KANDEL// AGENCIA DYN
La idea de cambiar del IVA devengado por el percibido fue eliminada definitivamente al derogarse la autorización que se le había dado al Poder Ejecutivo Nacional para efectuar ese cambio en la ley del IVA.
Esta medida pasó casi desapercibida porque se tomó en el contexto de la ley de rebaja del IVA para granos y para oleaginosos, que esa sí despertó gran polvareda, creando una confusión en el sector productivo nacional.
Sin embargo, representa una derrota para quienes estén interesados en la equidad tributaria, en impulsar de alguna manera la producción y en que no se distorsione la cadena de pagos.
El mecanismo del IVA obliga a pagar el impuesto en el momento del facturado (en realidad, al 20 del mes siguiente) o cuando se entrega la mercadería, lo que sea primero.
Pero son muy pocos los casos en que un productor agropecuario, industrial o comerciante mayorista entrega el producto con pago anticipado, lo que sucedía a veces en la época de alta inflación o por algunos rubros que amenazan escasear.
Lo usual, lo normal, en la activida rural es que la mercadería se paga en forma diferida, a plazos, o, lo que es peor, se paga con retraso respecto de la fecha pactada o se pactan vencimientos de pagos parciales que después se dilatan.
Es igual, en todos los casos, hay que pagar el IVA en el momento de facturado lo cual, por un lado, incide en el precio, porque obliga a abultar los precios a fin de incluir este IVA que después será de hipotético recupero, y por otro lado, fuerza a inmovilizar dinero (un monto que en otros casos sería utilizado para pagar materias primas o salarios), en satisfacer las obligaciones con el fisco.
Es decir, el sistema de IVA devengado contribuye a encarecer la estructura de costos y por otro lado, es una distorsión financiera ya que aun en caso de dificultades en la cadena de pagos, la AFIP-DGI siempre se coloca a la cabeza de los acreedores, ya que existen otras prioridades en la cadena de pagos, como lo son los sueldos, los insumos y los combustibles Y ése es un factor que también influye en la tentación de evadir y en los altos índices de evasión que presenta el IVA y otros impuestos en la Argentina, a pesar de los tantos esfuerzos desde el punto de vista de la fiscalización, la mejora administrativa y el pago informático que se han hecho para desalentarlo.
De todas maneras el paso del IVA devengado al percibido no iba a ser fácil, porque implicaba la pérdida o mejor dicho, postergación de uno o dos meses de recaudación normal, pero que sería compensado por la mejora en las condiciones financieras del comercio. Era una reivindicación muy sentida por la industria y comercio, especialmente de pequeños y medianos. Por eso en la ley de déficit cero, aprobada en julio de 2001, se había introducido una cláusula autorizando al Poder Ejecutivo Nacional a hacer esa reforma, pero sin ponerle fecha.
O sea, la situación pudo haber sido dejada así, sin efectivizar la medida pero tampoco sin derogarla, pero pudieron más las presiones fiscalistas y ahora se le retiró esa autorización por esta nueva ley.
Es decir, ya no puede más transformar el IVA devengado en percibido y todo seguirá como está.
Una mala noticia para la producción y para quienes creen que el impuesto no debe ser tan invasivo de la cadena de pagos y tan distorsivo de la estructura de precios.

Los productores de legumbres piden que se defina y que se pague el Factor de Convergencia que aún les adeudan

La Cámara de Legumbres de la República Argentina (Clera) insiste con su reclamo ante las autoridades nacionales por la definición y el pago del Factor de Convergencia (FC) que la AFIP adeuda a los exportadores de legumbres, desde su interrupción a partir del 24 de enero del año pasado.
El tema, ampliamente reclamado y que se fue dilatando en el tiempo, está cobrando importancia no sólo po