Consejos técnicos: claves para un correcto manejo del trigo en directa en la región central norte

Apuntar al lote, el agua y la variedad

19deAbrilde2003a las08:12

El INTA Marcos Juárez acaba de editar "Trigo: Actualización 2003" (Información para extensión N° 79). Allí, entre otros temas, Jorge Fraschina, Carlos Bainotti y José Salines del Grupo de Mejoramiento de trigo, de la experimental recomiendan los pasos a seguir para un correcto manejo del cultivo en directa: elección del lote, un buen manejo del agua y la importancia de las variedades.

Respecto del lote, los especialistas señalan que el factor clave para alcanzar buenos resultados en agricultura de secano es la maximización del uso del agua de las precipitaciones por el cultivo. Así surge la importancia de favorecer la acumulación hídrica y mantenerla durante el mayor tiempo posible en condiciones disponibles para el cultivo. La siembra directa tiene un impacto positivo en estos dos parámetros por la modificación que se produce por la acumulación de rastrojos en superficie y en los primeros centímetros del suelo.

En ensayos en Marcos Juárez en suelos de excelente aptitud pero con pendientes de 3% un rastrojo de 4.000 kg/ha de trigo en comparación con el mismo suelo desnudo, incrementó en un 23% la infiltración de las lluvias, disminuyó un 28% el escurrimiento superficial y un 80% las pérdidas de suelo. Al igual la evaporación en un lote con 3.500 kg/ha de rastrojo disminuyó un 72%.

Por otra parte, señalan los técnicos, el trigo puede alcanzar elevadas eficiencias en el uso del agua acumulada en el suelo. Se han medido en Córdoba y Santa Fe producciones de entre 11 y 13 kg de grano por cada milímetro de agua consumida hasta 1,5 metros de profundidad. Para favorecer la acumulación de agua resultan beneficiosos como antecesores en la región central tanto el maíz como las variedades de soja que maduran en marzo.

Con respecto a la elección de variedades para siembra directa es conveniente recordar que actualmente el área de mayor expansión del trigo en siembra directa es la dedicada al doble cultivo trigo/soja, en rotación con maíz y soja de primera. La secuencia trigo/soja con buenos rinde suele ser una alternativa de excelente rentabilidad. Para ello el cultivo de soja debe ser implantado lo antes posible. En el sur-este de Córdoba y en el centro-sur de Santa Fe la situación ideal sería sembrar la soja de segunda lo antes posible a fines de noviembre o a principios de diciembre. Aquí requiere mayor importancia la elección de variedades de trigo de siembra temprana pero de madurez rápida, como así también para los buenos ambiente ciclos más cortos para permitir una cosecha más temprana mejorando el resultado físico de la soja y su aporte al sistema.

Para facilitar la implantación de la soja sobre trigo es importante el tipo de rastrojo que deja la variedad sembrada y su tendencia al vuelco en condiciones favorables. Esta situación puede originar pérdidas de rendimiento antes y durante la cosecha, pudiendo también originar dificultades y demoras en la siembra de soja de segunda.