Formosa apuesta a la mejora genética bovina

Con transferencia embrionaria e inseminación artificial, la ganadería avanza en el norte. Apuntan a abastecer al mercado paraguayo y brasileño con razas sintéticas

25deAbrilde2003a las08:06
En 1980 y recién recibidos de médicos veterinarios en la Universidad Nacional del Nordeste (Corrientes), Víctor Mendoza y su compañero Amadeo Nicora tuvieron la visión de que la mejora genética bovina en la región subtropical argentina podía ser un buen nicho profesional y entonces armaron una cabaña en Misión Laishi, esto es en el sudeste formoseño, a la que bautizaron EmeyEne en honor a las iniciales de sus apellidos.

"En esta región, el ganado que originalmente venía del criollo, angus y algo de shorthorn, fue ‘blanqueándose’ con la introducción del cebú, hasta alcanzar un pico durante la década del ’70. Nuestra idea fue volver a la calidad de la hacienda sin resignar por ello el vigor híbrido que da el choque de sangres", comentó Mendoza, en diálogo con Infochacra.

Lo primero que hicieron fue llevar un lote de 30 vaquillas Angus Puro Controlado, de color negro, que por medio de inseminación artificial dieron origen a los primeros toros de la cabaña. En 1985, dieron otro paso importante, pero esa vez comprando seis vaquillas (terneras) Angus colorado de la cabaña Gure-Echea, de Lizaso. Al año siguiente, después de tomar un curso con el especialista en reproducción bovina Carlos Munar, Mendoza incorporó la técnica de transferencia embrionaria en su cabaña de Formosa.